Las Mil y Una Noches

LAS MIL Y UNA NOCHES

Las mil y una noches

CUENTO DE LA TRADICION ORIENTAL

ACTO I 
ESCENA 1
 HABITACION DE PALACIO ORIENTAL. EL SULTAN Y EL VISIR HABLAN.

VISIR-       (DETRÁS DEL SULTAN) Pero Señor, entienda. Es una locura. Es horrible, piénselo bien, se lo suplico...
SULTAN-   Es una orden del Sultán y debe cumplirse de inmediato. Quiero casarme ahora y no después.
                     VISIR-       Eso está bien, cásese si quiere...
                    SULTAN-   ¡Una vez cada noche!
                     VISIR-       Perfecto. Cada noche se casará, pero es un crimen. No puede matar a cada esposa al día siguiente de casarse...
SULTAN-   ¿Y por qué no? Yo soy el Sultán y soy dueño de la vida de cada una de mis esposas.
VISIR-       Pero, Sultán...
SULTAN-   Pero nada. Me casaré cuantas veces quiera a partir de esta misma noche o será a ti a quien mandaré a cortar la cabeza. ¿Has entendido?
VISIR-       Sí, Señor. Como usted mande. (SALE)
SULTAN-   ¡Mi venganza será terrible!

ESCENA 2

EN LA CASA DE SHERZAD, ELLA ESTA BORDANDO. ENTRA EL GRAN VISIR.

SHERZAD-¡Hola Padre mío!
VISIR-       Amada hija, debes disculparme ahora... Pero mi cabeza da demasiadas vueltas y no puedo atenderte como quisiera...
SHERZAD-Padre mío. Sabes que puedes confiar en mi desde siempre. ¿Dime qué llena tu corazón de aflicción?
VISIR-       El Sultán otra vez con sus caprichos. Quiere casarse cada noche y cortarle la cabeza a cada esposa a la mañana siguiente.
SHERZAD-¿Y por qué, Padre mío?
VISIR-       Está furioso por un agravio que le ha hecho su última esposa, que en paz descanse. Y no conforme con darle muerte, quiere vengarse con cada mujer de este gran país.
SHERZAD-¿Cómo es posible?
VISIR-       Sencillo. El Sultán está loco. Y nadie puede detenerlo...
SHERZAD-Padre mío... tú siempre has querido que yo me case con el Sultán...
VISIR-       ¡Antes! Ahora no lo consentiría aunque me amarren al cráter de un volcán.
SHERZAD-(PENSATIVA) O tal vez si...
VISIR-       ¿O tal vez, qué?
SHERZAD-Padre mío. Cásame con el Sultán.
VISIR-       Pero... esto es una epidemia. Mi hija se ha vuelto loca también.
SHERZAD-Tarde o temprano se acabarán las mujeres del planeta...
VISIR-       Es verdad pero... ¿Qué propones? ¿Adelantar tu propia muerte?
SHERZAD-No... más bien evitar la muerte de las demás.
VISIR-       ¿Crees que podrías hacerle cambiar de opinión?
SHERZAD-Estoy segura.
VISIR-       No sé si esté loco yo también; pero mi desespero es claro y verdadero.  Tú eres una niña sensata, hasta ahora, y creo que puedo confiar en ti.
SHERZAD-No te arrepentirás, Padre mío.
VISIR-       Así lo espero. (SALE)
SHERZAD-Ya verás... (LLAMANDO) ¡Hermana!


ESCENA 3

MISMO LUGAR.

DINAZAR- (ENTRANDO) Dime, querida hermana.
SHERZAD-Ayúdame a vestirme...
DINAZAR- Ya casi es de noche, ¿Dónde irás a esta hora?
SHERZAD-Voy a casarme con el Sultán... (LE ENTREGA UN TRAJE)
DINAZAR- ¡Eso es maravilloso! (EMPIEZA A VESTIRLA)
SHERZAD-Podría no serlo, por eso debes ayudarme...
DINAZAR- Te ayudaré en lo que me pidas...
SHERZAD-Entonces escúchame con atención. Si haces lo que te pido, salvaremos a todas las mujeres del mundo.
DINAZAR- ¡Que interesante! Dime qué debo hacer.
SHERZAD-Primero que nada, irás conmigo a la boda y te quedarás conmigo pase lo que pase.
DINAZAR- “Quedarme contigo pase lo que pase”
SHERZAD-¡Muy bien! ¡Eres la mejor hermana del mundo! Lo segundo es despertarte mucho antes que amanezca y pedirme que... (CONTINUA SUSURRANDOLE AL OIDO, SONRIEN FELICES)


ESCENA 4
 HABITACION DE PALACIO ORIENTAL. EL SULTAN TERMINA DE VESTIRSE PARA LA BODA.
 VISIR-       (ENTRANDO) Ya está todo arreglado. Sultán... ya tiene esposa para esta noche.
SULTAN-   ¿Y quién es la afortunada?
VISIR-       Perdón... Querrá decir la víctima. 
SULTAN-   Como quieras...
VISIR-       Es mi propia hija Sherzad.
SULTAN-   (ASOMBRADO) ¿Sherzad? Pero es tu hija.
VISIR-       Más vale temprano que tarde. Y ella misma insistió.
SULTAN-   Es una lástima... es tan linda.
GUARDIA-(ANUNCIANDO) La futura esposa del Gran Sultán, hija del gran Visir y próxima decapitada: Sherzad. (ENTRA SHERZAD ACOMPAÑADA DE DINAZAR)


ESCENA 5

MISMO LUGAR.

VISIR-       Bueno, no hagamos esto más largo de lo necesario... Yo les declaro Sultán y Sultana y que pasen feliz noche y...  un hermoso amanecer. Ya ni sé que cosas digo. Vayan a dormir. (SE ACUESTAN EL SULTAN, SHERZAD Y DINAZAR) Epa, tú, Dinazar. No pensarás dormir aquí, supongo.
DINAZAR- Déjame, padre mío. Tal vez esta sea la última noche en que vea a mi hermana. Y recuerda que ella siempre me cuenta un relato fantástico antes de despertar...
SULTAN-   ¿Relato fantástico?
VISIR-       (EXTRAÑADO) ¿Desde cuando? ¿Antes de despertar? ¿Y como le escuchas si aún estás dormida? (SHERZAD Y DINAZAR SE MIRAN)
DINAZAR- (DISIMULANDO) Desde siempre, padre mío. ¿No te acuerdas?
SULTAN-   ¿Qué clase de relatos?
DINAZAR- Relatos maravillosos de tierras lejanas...
VISIR-       Pero...
SHERZAD-De príncipes y hechiceros...
VISIR-       Pero...
DINAZAR- De amores imposibles...
SULTAN-   ¿Y yo podría escuchar ese cuento?
SHERZAD-Todos los que quieras escuchar...
VISIR-       Pero...
SHERZAD-¡Pero ya, padre mío!
DINAZAR- Solo tienes que permitir que me quede...
SHERZAD-Déjala, padre mío. Tal vez sea el último cuento que escuche mi hermana de mis labios.
SULTAN-   Entonces, que se quede.
VISIR-       Pero...
SULTAN-   (MOLESTO) Dije “Que se quede” ¿No escuchaste, Gran Visir?
VISIR-       Está bien... pero... (EN VOZ BAJA) Las va a matar a las dos...
DINAZAR- ¿A mí por qué? (A SHERZAD) ¿Y a ti por qué? (DESESPERANDOSE) ¿Nos van a matar? ¿A las dos? ¿Por qué?
SHERZAD-Tú ya cállate y duérmete. Dormir. A dormir todos. (SE DUERMEN RAPIDAMENTE Y EL VISIR SALE)


ESCENA 6

MISMO LUGAR. SHERZAD DESPIERTA Y SE ACERCA A DINAZAR SACUDIENDOLA. DINAZAR DESPIERTA. SACA UN RELOJ DESPERTADOR, HACE QUE SUENE EN LAS OREJAS DEL SULTAN. LAS HERMANAS FINGEN DORMIR Y LUEGO DESPERTARSE.  

DINAZAR-          ¡Mmmmm! ¿Qué hora es?
SHERZAD-Hora de tu cuento, querida hermana.
SULTAN-   (DESPERTANDO) ¡El cuento! ¡Sí! ¡Llegó la hora del cuento! Y después del cuento... (SE PASA EL INDICE POR EL CUELLO) ¡Cuiccccc!
SHERZAD-(RESPIRA PROFUNDO) ¡Muy bien! Esta es la historia de un joven muy pobre, de nombre “Aladino”, nacido en la capital de un reino del Oriente. Aladino era un muchacho muy travieso que pasaba el tiempo en las calles jugando con pequeños vagabundos. Un buen día, estaba Aladino en la plaza jugando con otros muchachos, cuando un extraño que pasaba por ahí se detuvo y se le quedó mirando. Era aquel extranjero un mago que acababa de llegar de África y descubrió en el rostro de Aladino la inteligencia necesaria para llevar a cabo sus proyectos...


ESCENA 7

PLAZA DE CIUDAD ORIENTAL. ENTRA ALADINO A ESCENA CON OTROS MUCHACHOS, JUEGAN ANIMADAMENTE CON UNA PELOTA, MIENTRAS EL MAGO SE DESPLAZA FURTIVO ALREDEDOR DE ELLOS.

JOVEN 1-  ¡A ver, Aladino, pásala!
ALADINO-Si me la quitas te la doy.
JOVEN 2-  ¡Eso es casi imposible!
ALADINO-Nada es imposible... (LANZA LA PELOTA QUE CAERA A LOS PIES DEL MAGO, ESTE LA RECOGE) La pelota, señor...
MAGO-      ¿Eres Aladino, el hijo de Mustafá, el sastre?
ALADINO-Si, pero hace tiempo que murió...
MAGO-      (FINGIENDO TRISTEZA) ¡Oh, Dios! ¡Qué noticia tan terrible aflige mi corazón!
ALADINO-¿Usted conoció a mi padre?
MAGO-      Más que conocerlo... yo soy hermano de tu padre, cuñado de tu madre y tu propio tío.
ALADINO-         Mi padre nunca me dijo que tenía un hermano...
MAGO-      A mí tampoco...
JOVEN 1-  A mí tampoco...
JOVEN 2-  Y a mí menos, ni siquiera lo conocía.
JOVEN 1-  Yo nunca lo vi...
JOVEN 2-  Ni en sueños... pero Aladino sí lo conocía.
JOVEN 1-  Claro, era su padre.
SHERZAD-¡Tú cállate!
JOVEN 1-  (A SHERZAD) ¡Callate tú!
JOVEN 2-  Este es nu-es-tro cuento.
MAGO-      Equivocado. Este es su cuento, ella empezó el relato.
ALADINO-Y usted me decía algo sobre mi padre y mi tío...
JOVEN 2-  ¡Y que “su cuento”! ¡Que venga aquí, entonces y lo cuenta! (LE MUESTRA LA LENGUA A SHERZAD)
ALADINO-¿Podrían dejarnos continuar? El señor quiere decirme algo desde hace rato y ustedes no lo dejan.
JOVEN 1-  ¡Ay, sí, qué delicado!
ALADINO-Me decía usted, señor...
MAGO-      (SACANDO UNA BOLSA DE DINERO) Sí. Toma este dinero y dáselo a tu madre.
JOVEN 2-  ¿De parte de quién?
MAGO-      Dile que tu tío te lo dio y que iré a verla en un rato.
ALADINO-(MIRANDO INCREDULO LA BOLSA) Como usted diga, mi tío. (SALE CORRIENDO) ¡Madre! ¡Madre!
JOVEN 1-  ¿Y a este tipo, qué le pasa?
JOVEN 2-  ¿Me vas a preguntar a mí?


ESCENA 8

CASA DE ALADINO. LA MADRE Y LA TIA ESTAN SENTADAS COSIENDO.

MADRE-   (ENTRA A SU ENCUENTRO) ¿Qué hiciste ahora, muchacho?
TIA-           Escóndete pronto antes de... ¿Dónde está la guardia?
ALADINO-No hay guardia, tía...
MADRE-   ¿Entonces por qué gritas y corres?
ALADINO-Por mi tío.
MADRE-   (TRATANDO DE ENTENDER) Hijo... Tú no tienes tíos.
TIA-           Nosotras no tenemos hermanos...
MADRE-   Tu padre era hijo único...
ALADINO-Me preguntó si mi padre se llamaba Mustafá.
MADRE-   Ese no es tu tío. ¡Aquí todo el mundo menos tú se llama Mustafá, niño ingenuo!
ALADINO-Me dio esto para ti... (DERRAMA EL DINERO DE LA BOLSA. MADRE Y TIA SE MIRAN Y SE LANZAN SOBRE EL DINERO) 
MADRE-   (RECOGIENDO RAPIDO EL DINERO) Suelta. Me lo mandaron a mí.
TIA-           ¿Ah, sí? Tú fuiste la que dijo que Mustafá era hijo único.
MADRE-   ¿Cómo era él? Tal vez estoy algo vieja y ya no recuerdo mucho...
ALADINO-Era algo... como diferente, no sé...
MAGO-      Buenas...
ALADINO-Es ese, madre...
MAGO-      (FINGIENDO) ¡Querida cuñada!
TIA-           ¿Usted es el de la bolsa de dinero?
MAGO-      Yo mismo soy...
MADRE-   ¡Cuñadito! (LO ABRAZA) ¿Dónde te habías metido? Tengo años buscándote...
MAGO-      (SACA OTRA BOLSA DE DINERO)  Pero ya me encontraste y no debemos perder tiempo... (LES MUESTRA LA BOLSA Y CAMINA MIENTRAS LA MADRE Y LA TIA LE SIGUEN) Necesito que le permitas a Aladino ir conmigo a una tarea importante...
ALADINO-¿A mí?
MADRE-   (CON LOS OJOS EN LA BOLSA) ¡Llévatelo!
MAGO-      ¡Vamos, Aladino! (DEJA CAER LA BOLSA Y SALE, LA MADRE LA RECOGE Y MIRA EL CONTENIDO)
ALADINO-Como usted diga, mi tío. (SALE TRAS EL MAGO)
TIA-           ¡Somos ricas!
MADRE-   ¿Cómo que “somos”?
TIA-           ¡Ay! ¡Tacaña, pichirre!


ESCENA 9

CUEVA DE LA LAMPARA. EL MAGO HACE UN PASE MAGICO Y SE ABRE LA ENTRADA DE LA CUEVA.

MAGO-      Esta es la cueva de la lámpara. Debes entrar y buscarla hasta que la encuentres. La agarras y me la traes rápidamente. ¿Entendiste?
ALADINO-(DUDANDO) ¿Y por qué no la busca usted, mi tío?
MAGO-      ¡Entra y busca la lámpara, niño estúpido!
ALADINO-         ¡Si me grita menos voy! ¿Cuánto hay pa´eso?
MAGO-      (BUSCANDO EN SU ROPA) Mi última bolsa de dinero se la di a tu madre. ¡No me queda más nada!
ALADINO-         Entonces búsquela usted, pues.
MAGO-      No has entendido. ¡Solo un niño inteligente puede entrar a la cueva y encontrar la lámpara!
ALADINO-         Más a mi favor. Si no hay dinero no hay lámpara.
MAGO-      ¡Pero no tengo más!
ALADINO-         (SEÑALANDO LA MANO DEL MAGO) Ese anillito estaría bien...
MAGO-      ¿Mi anillo mágico? ¡Nooooooo! Solo le queda un deseo.
ALADINO-         Entonces no hay lámpara...
MAGO-      Esta bien, toma el anillo. (LE DA EL ANILLO) Pero me lo devuelves al salir.
ALADINO-¡Tio pichirre! La lámpara o el anillo. Usted escoja.
MAGO-      Está bien, quédate con el anillo y busca esa lámpara.
ALADINO-         ¿Ve, tío? (SE PONE EL ANILLO Y LO OBSERVA) Así se hace negocio. Espéreme aquí que ya vengo. (ENTRA EN LA CUEVA. MIRA UNAS ESTATUAS Y LES HACE MUECAS. RUIDOS. ALADINO SE ASUSTA) ¡Ay, mamita querida! ¿Quién me mandaría a mí a entrar a esta cueva? (CAMINA) ¿Dónde estará la famosa lámpara? (MIRA UNAS PIEDRAS BRILLANTES) ¿Y esto qué será? Parecen estrellas... (SACA UNA BOLSA Y LAS GUARDA) Me las llevo de recuerdo... (LAS ESTATUAS SE MUEVEN)) ¡Lámpara! ¡Lampariiiitaaaaa! (VE LA LAMPARA) ¡Ajá! ¡Aquí estás! (AGARRA LA LAMPARA Y CORRE A LA ENTRADA DE LA CUEVA, SE DETIENE) ¡Tío!
MAGO-      ¿Tienes la lámpara?
ALADINO-         Sí. Ayúdame a salir.
MAGO-      Primero dame la lámpara. Será más fácil para ti si me la das.
ALADINO-         No se la doy si no me ayuda a salir...
MAGO-      ¡Tienes que darme esa lámpara! ¡Ya estoy harto de negociar contigo!
ALADINO-         O me ayuda a salir o no le doy la lámpara.
MAGO-      Entonces quédate ahí y púdrete con la lámpara. (HACE UN PASE MAGICO Y SE CIERRA LA ENTRADA DE LA CUEVA)
ALADINO-         ¡Pero tío... espere! Era jugando, tío. (AL PUBLICO) ¿Y ahora qué hago? (LAS ESTATUAS EMPIEZAN A MOVERSE TRAS ALADINO) ¿Qué es eso?
ESTAT 1-  Has profanado la cueva de la lámpara...
ESTAT 2-  Este será tu fin...
ESTAT 3-  Prepárate a morir...
ALADINO-         ¡Pero si yo no hice nada! ¡Fue mi tío! (ASUSTADO SE FROTA EL ANILLO Y APARECE EL GENIO 1) ¡Tú...! ¿Quién eres tú?
GENIO 1-  ¡Soy el genio del anillo mágico!
ALADINO-         ¡El anillo de mi tío! ¿Y qué haces aquí?
GENIO 1-  Te concederé un solo deseo así que piensa bien en lo que vas a pedir... (LAS ESTATUAS GRUÑEN Y SE ACERCAN A ALADINO)
ALADINO-         ¡Sácame de aquí!
GENIO 1-  ¿No quieres joyas? ¿Palacios?
ALADINO-         ¡Por favor, sácame de aquí!
GENIO 1-  ¿Una tarjeta de crédito sin límite de gastos?
ALADINO-         ¡Sácame de aquí! (LAS ESTATUAS LE HALAN LAS PIERNAS Y BRAZOS MIENTRAS RIEN)
GENIO 1-  ¿Un Playstation última generación?
ALADINO-         ¿Tendrías algún inconveniente en sacarme de aquí?
GENIO 1-  Si tú lo deseas... solo tienes que pedirlo.
ALADINO-         Entonces... ¡Sácame de aquí!
GENIO 1-  Como tú digas, pequeño amo. (LAS ESTATUAS CAEN Y LA CUEVA SE ABRE, ALADINO CORRE Y SALE DE LA CUEVA) Ha sido un placer servirte. Adiós.
ALADINO-         ¡Genio del anillo, espera!
GENIO 1-  Lo lamento, ya no te quedan deseos... tienes que buscarte a otro genio que esté encerrado en una botella o algo así...
ALADINO-         No es un deseo, solo una pregunta.
GENIO 1-  ¿Una pregunta? Sí, creo que puedo responderte a una pregunta, pero date prisa. Debo empezar a gozar de mi libertad...
ALADINO-¿Quién te encerró en el anillo?
GENIO 1-  ¡Ah, eso! Fue el malvado mago que dice que es tu tío. Debería darle vergüenza, aprovecharse de unas mujeres hambrientas y un pobre niño. Bueno amigo. Ya te respondí y ya me voy. (DESAPARECE)
ALADINO-         (BUSCA AL GENIO 1) Se fue... Yo mejor me voy para mi casa. (SALE)


ESCENA 10

CASA DE ALADINO. LA MADRE Y LA TIA DE ALADINO CONSULTAN LAS CARTAS DEL TAROT.

TIA-           ¡Aquí lo dice muy claro! ¡Muerte!
MADRE-   ¿Estas segura?
TIA-           ¡Las cartas no mienten!
ALADINO-         (ENTRANDO) ¡Madre! ¡Tía!
MADRE-   ¿Qué pasó? ¿Dónde está tu tío?
TIA-           Te lo dije. Se murió el tio de Aladino...
ALADINO-         ¿Cómo que mi tío? ¡Ustedes sabían que él no era nada nuestro y me enviaron con él a una cueva llena de espanto... casi me matan!
TIA-           ¿No era nada nuestro?
MADRE-   ¡Ay! Fíjate que se me parecía tanto a tu padre...
ALADINO-Lo hicieron por el dinero.
MADRE-   ¡Perdónanos! ¿Te preparo una sopita de sobre?
TIA-           Fuimos al mercado y gastamos todo el dinero...
ALADINO-         ¿Compraron muchas cosas y me ofrecen una sopita de sobre? ¿Qué compraron?
MADRE-   Eeeh... compramos muchas flores de seda...
TIA-           Plumas de aves exóticas.
MADRE-   Pero llovió...
TIA-           Y se nos mojaron. Se arruinaron todas (SUSPIRA) ¿Qué más compramos?
MADRE-   ¡Ah! Una suscripción a la revista Cosmopólitan...
TIA-           ¡Unas velas de colores bellísimas!
MADRE-   Jugamos bingo...
TIA-           Pero perdimos y... (PAUSA)
ALADINO-         ¿Y?
MADRE-   Y se nos acabó el dinero...
ALADINO-         ¿Qué?
TIA-           ¡Ah! También dimos muchas limosnas...
MADRE-   ¡Hay tanta gente pobre en las calles!
ALADINO-         ¿Más pobres que nosotros?
MADRE-   (MOLESTA) ¿Quieres o no quieres la sopa?
ALADINO-         ¡No! Me voy al mercado a vender esta vieja lámpara... A ver si alguien me la compra o me la cambia por un pollo o... Pero tengo que limpiarla... (FROTA LA LAMPARA Y APARECE EL GENIO 2)
GENIO 2-  (ESTIRANDOSE) ¡Libre! ¡Por fin libre!
MADRE-   ¡Dios mio, santo!
TIA-           Yo no hice nada, fue ella...
ALADINO-         (APUNTANDOLO CON LA LAMPARA) ¡Aquiétate demonio! ¡Si te mueves te quiebro!
GENIO 2-  A ver, a ver... ¿Quién frotó la lámpara maravillosa?
TIA-           (SEÑALANDO A ALADINO) ¡Fue él!
MADRE-   ¡Nosotras no hicimos nada!
TIA-           Eso es verdad, nosotras somos unas santas.
MADRE-   ¡Santísimas!
ALADINO-         Esperen un momento... ¿Tú eres un genio, verdad?
GENIO 2-  Yo sí. Y si tú frotaste la lámpara, entonces eres mi amo.
MADRE-   Realmente él es mi hijo. Yo soy su madre...
TIA-           Y yo soy su tía, hermana de su mamá...
MADRE-   Lo que significa que por extensión, yo también soy tu ama.
TIA-           (ALTANERA) Y yo también, así que nos haces caso. ¿Escuchaste, genio?
GENIO 2-  Lamentándolo mucho, apreciadas señoras, sólo tiene poder sobre mí aquel que haya frotado la lámpara maravillosa.
ALADINO-         O sea, yo.
GENIO 2-  ¿Cuáles son tus deseos, pequeño amo?
ALADINO-         Bueno... en realidad, yo... yo lo que tengo es hambre.
GENIO 2-  ¿Entonces? ¿Tu deseo es...?
TODOS-    (SE MIRAN Y LUEGO GRITAN) ¡Comida!
GENIO 2-  ¡Qué gente tan ordinaria! Tus deseos serán cumplidos, mi pequeño amo. (ENTRAN DOS ODALISCAS BAILANDO Y CARGANDO UNA BANDEJA CON COMIDA. ALADINO Y SU FAMILIA SE LANZAN SOBRE LA BANDEJA. SE ESCUCHA UNA TROMPETA Y UNA VOZ)
GENIO 2-  Gracias, chicas. Son excelentes. Hasta luego, pequeño amo. (DESAPARECE CON LAS ODALISCAS)
VOZ-          Se anuncia a toda la población que la princesa Badrulbudur y su madre la Sultana darán un paseo por la ciudad. Nadie debe mirar el rostro de la princesa por lo que se les ordena quedarse dentro de sus casas hasta que pase el desfile principal. (ALADINO CORRE A LA VENTANA MIENTRAS PASA EL DESFILE)
MADRE-   ¡Aladino! ¿Qué haces?
TIA-           ¡Te matarán! ¡Eso era lo que decían las cartas!
ALADINO-         Mírala, madre. ¡Es hermosa!
TIA-           Quítate de ahí, muchacho. Si te matan nos quedamos sin genio.
MADRE-   ¡El genio! ¿Qué se hizo el genio? Estaba aquí hace un minuto.
ALADINO-         Su rostro brilla como la luna.
MADRE-   Y el genio brilla por su ausencia. Ya lo espantamos...
TIA-           Todo es tu culpa. Tú siempre has dejado que Aladino haga lo que le da la gana...
ALADINO-Estoy enamorado, madre. Estoy enamorado de la princesa Badrul.
MADRE-   ¡Que nombre tan feo!
ALADINO-         No. Ella es hermosa. Mi amor por ella es tan grande que moriré si continúo alejado de ella.
TIA-           Sí y seguro cuando te vea tan pobre ella morirá de amor por ti.
MADRE-   Hijo. ¿No sabes que los sultanes no ceden a sus hijas en matrimonio a los humildes como tú?
TIA-           Sólo a este niño se le ocurre semejante locura...
ALADINO-         Pero yo la quiero...
TIA-           Pero muchacho mal-criado. ¿Es que no sabes que nadie se atrevería a hablar con el Sultán sin un presente en la mano?
VOZ-          Ha terminado el desfile principal. Pueden salir. (TROMPETA)
MADRE-   ¿Qué podrías ofrecerle tú?


ESCENA 11

SHERZAD-(ENTRA CAMINANDO CON DINAZAR Y EL SULTAN) El joven Aladino ya había pensado en eso. Se acordó inmediatamente de las piedras que había encontrado en la cueva de la lámpara maravillosa. Esa suerte de estrellas halladas en aquel lugar tan mágico como peligroso...
SULTAN-   Pero Aladino no sabía del valor de las piedras...
SHERZAD-No lo sabía. Aun así, era lo único que Aladino tenía...
DINAZAR- ¿Pero qué hicieron con las piedras?
SHERZAD-La familia de Aladino ideó un atrevido plan. La madre y la tía de Aladino se dirigieron al palacio muchas veces y fueron rechazadas en igual cantidad hasta que un día, el Sultán las miró y recordó haberlas visto antes arrodilladas y sin decir palabra alguna, esto le dio gran curiosidad y ordenó que trajeran a las humildes señoras al salón del gran Sultán... (BOSTEZA) Bien, Ya casi amanece...
SULTAN-  ¿Y ese es el final del cuento?
SHREZAD-¿El final del cuento? ¡No, mi amado Sultán! El final del cuento es mucho más interesante. Tan interesante, que... que temo que tu gran y benevolente corazón no pueda soportarlo.
SULTAN-  Pero debo saberlo...
DINAZAR-          (DISIMULANDO) Es verdad. No puedes dejar al Sultán con la intriga de no saber el final. Tal vez no sea tan benevolente...
SHERZAD-Tienes razón, querida hermana. Pero estoy tan cansada, que mi lengua y mis propios ojos no pueden mantenerse mucho más; ustedes también se ven muy somnolientos, por lo que sugiero que descansemos hasta la próxima madrugada y así, con la suficiente fuerza, podremos disfrutar de este gran final.
SULTAN-  Me colocas en una situación muy difícil, mi querida Sherzad.
DINAZAR-          ¿Pero como? ¿Matarás a mi hermana? Sabes que quieres saber el final tanto como yo...
SULTAN-  Bueno... ya que yo mismo soy el Sultán, creo que puedo cambiar un poco mis propias órdenes.
DINAZAR-          ¿Esperarás hasta mañana?
SULTAN-  Esperaré.
SHERZAD-Entonces, no se hable más. Vamos a dormir.
SULTAN-  Vamos.
DINAZAR-          Vamos (SALEN. FIN DE LA PRIMERA NOCHE)


ACTO II

ESCENA 1

PALACIO DEL SULTAN 2. LA MADRE Y LA TIA DE ALADINO PERMANECEN DE RODILLAS FRENTE AL TRONO DEL SULTAN 2. UN PAR DE GUARDIAS FLANQUEAN EL LUGAR. SHERZAD CONTINUA SU RELATO, EL SULTAN Y DINAZAR ESCUCHAN ATENTOS.

SHERZAD-A ver... ¿En qué nos quedamos?
DINAZAR- Aladino se enamoró de la princesa Badurbudrul... y su madre le recordó que los sultanes no ceden a sus hijas en matrimonio a los humildes.
SULTAN-   Pero él se acordó inmediatamente de las piedras que había encontrado en la cueva de la lámpara maravillosa.
DINAZAR- Entonces la madre y la tia de Aladino se dirigieron al palacio muchas veces y fueron rechazadas en igual cantidad hasta que un día, el Sultán las miró y recordó haberlas visto antes arrodilladas y sin decir palabra alguna, esto le dio gran curiosidad y ordenó que trajeran a las humildes señoras al salón del gran Sultán... (SALEN DINAZAR, SHERZAD Y EL SULTAN)
SULTAN 2-Buenas mujeres. Hace un tiempo que las veo venir ante mí en completo silencio. ¿Qué asunto les trae por aquí con tanta insistencia?
MADRE-   ¡Ay, señor Sultán! Usted nos va a perdonar pero es que yo tengo un hijo que es muy terco. 
TIA-           Él lo único que quiere es casarse con su hija, la princesa Patrullalsur...
VISIR-       (MOLESTO) La princesa se llama Badrulbudur... ¡Guardias! (LOS GUARDIAS SE ALERTAN)
MADRE-   ¿No ves? Ya metiste la pata...
TIA-           Dilo tú entonces, a ver si puedes...
VISIR-       ¡Esto es un insulto a la princesa!
GUARD 1- Nadie se atreva a insultar a la princesa Burdadeazul...
VISIR-       ¿Burda de qué? (INDIGNADO) ¡Badrulbudur! ¡La princesa se llama Ba-drul-bu-dur!
SULTAN 2-Déjales. Ni yo mismo, que soy su propio padre, puedo pronunciar su nombre con facilidad.
VISIR-       Vamos... termine de decir lo que quiere.
MADRE-   Mi hijo me ha pedido que...
TIA-           Que le pida a usted...
MADRE-   Que le entregue como prueba de su amor...
TIA-           Este presente... (A LA MADRE) ¡Vamos! ¡Muéstraselo rápido!
MADRE-   (SACA LA BOLSA) Aquí tiene... (EL VISIR SE ACERCA Y ELLA DERRAMA LAS PIEDRAS EN LAS MANOS DEL VISIR)
VISIR-       ¡Asombroso! ¡Cuanta riqueza! ¿De donde han sacado tantas piedras preciosas? (TRANSICION) Deben ser unas ladronas. ¡Guardias! ¡Arresten pronto a estas mujeres! (LOS GUARDIAS AVANZAN HACIA ELLAS)
GUARD 1- ¡Ajá! Ya me estaba cansando de estar ahí sin hacer nada.
GUARD 2- Ahora van a saber lo que es bueno... (MADRE Y TIA GRITAN)
SULTAN 2-¡Un momento!
GUARD 1- (CON FASTIDIO) ¡Nooooo!
GUARD 2- (IGUAL) Déjennos jugar aunque sea un ratico!
GUARD 1- Sííííí, porfa... No sean malos.
VISIR-       ¡Ya... cállense!
SULTAN 2-(MAS CALMADO) Gran Visir. ¿Por qué desconfiar de estas señoras? Nadie en su sano juicio se atrevería a robar semejante fortuna para regalársela a un sultán.
TIA-           ¡Ah, pero que atrevido este hombrecito! Ahora, según él, no estamos en nuestro sano juicio... Primero estos casi nos pegan, aquel nos llama ladronas y este nos llama locas...
MADRE-   ¡Ya cállate!
GUARD 1- ¿Por fin qué hacemos?
GUARD 2- Sí. ¿Qué hacemos? ¿Las llevamos presas o qué?
SULTAN 2-No. Déjenlas ir. Y tú, mujer, díle a tu hijo que su petición ha sido bien recibida. Yo casaré a mi hija con... ¿Cómo se llama tu hijo?
MADRE-   ¡Aladino! Aladino es su nombre, señor.
SULTAN 2-Con Aladino... con la condición que mañana debe entregarme dos grandes sacos llenos de oro y piedras preciosas como estas que ahora me traen... (EL VISIR LE DICE ALGO AL OIDO) 
TIA-           ¿Y de donde va a sacar Aladino todo eso?
MADRE-   ¿Puedes callarte? Agradece que todavía estamos sanas y vivas...
SULTAN 2-¡Ajá! También junto con el oro y las joyas deben traerle al gran visir, un... (INTERRUMPIENDOSE) ¿Qué pasó, Visir? ¿Te volviste loco? Eso no...
VISIR-       ¡Vayan y cumplan con los deseos del sultán!
MADRE-   ¡Corre! (SALE CORRIENDO)
TIA-           ¡Voy! (SALE CORRIENDO)


ESCENA 2

CASA DE ALADINO. ALADINO ESPERA REZANDO.

MADRE-   ¡Ay, bendito!
TIA-           ¡En que lío nos has metido, sobrino!
ALADINO-         ¿Qué pasó?
MADRE-   Todavía nada, pero va a pasar. Estoy segura.
TIA-           Por fin nos recibió el Sultán.
MADRE-   ¡Fue horrible!
TIA-           Horrible no, horripilante. Nos iban a golpear...
ALADINO-         ¿Pero por qué?
MADRE-   Un momento. Tenemos dos noticias, una buena y una mala.
ALADINO-         La buena primero.
MADRE-   Bien. Las piedras que le mandaste al sultán parece que eran de verdad.
ALADINO-         ¿Y la mala?
MADRE-   ¿Tú querías casarte con la princesa, no?
ALADINO-         Sí, quiero casarme con ella...
TIA-           Tu madre dijo bien: “Querías”. Ya no hay forma de casarte con la Brudulsabur esa.
ALADINO-         ¡Badrulbudur!
TIA-           Como se llame.
MADRE-   A menos que consigas para mañana, dos sacos llenos de oro y piedras preciosas. ¿Los tienes?
ALADINO-         Nnnnno, pero...
TIA-           Pero nada. Olvídate de la Brazulcabur.
ALADINO-         ¡Badrulbudur!
TIA-           Esa misma.
MADRE-   Tu tía tiene razón. Ya es hora de que olvides a la princesa. (A LA TIA) Tú, ven conmigo. Vamos a ver qué están cocinando los vecinos... (SALE)
TIA-           ¿Estas loca? La última vez nos botaron.
MADRE-   ¿Y eso qué importa?
TIA-           ¡Ay, sí! Estoy estragada de hambre. (SALE)
ALADINO-         Nunca me olvidaré de la princesa Badrul. Eso nunca... Yo sé lo que tengo que hacer. (BUSCA LA LAMPARA Y LA FROTA)
GENIO 2-  (APARECE BOSTEZANDO) Hola.
ALADINO-         ¿Te desperté?
GENIO 2-  No. Yo bostezo cada vez que veo televisión. Pero no perdamos tiempo... ¿Dime cuál es tu próximo deseo, pequeño amo?
ALADINO-         Deseo un par de sacos llenos de oro y piedras preciosas ricamente presentados y un traje para mí, digno de un emperador.
GENIO 2-  ¿Y no quieres una visa americana?
ALADINO-         ¿Qué?
GENIO 2-  Cuando seas grande entenderás... Déjame ver... (PENSANDO) Sacos llenos de oro ¿De cuál color te gustarían los sacos? Hay de cuadros, de rayas, de pepitas...
ALADINO-         No sé...
GENIO 2-  ¿Ves? Eso es lo que pasa con estos amos novatos. Nunca saben lo que quieren. Después uno les concede una cosa que no es y se arrrrepienten y quieren reclamarle a uno.
ALADINO-         De rayas, supongo...
GENIO 2-  ¡Ah! ¿Supones? Entonces yo tengo que leerte el pensamiento. Mira... tú... ¿Cómo es que te llamas?
ALADINO-         Aladino.
GENIO 2-  Aladino, Aladino, yo soy genio, no adivino. Dijiste que los sacos debían estar “ricamente presentados”.
ALADINO-         De la mejor manera posible.
GENIO 2-  (CON FASTIDIO) Está bien, hagamos el esfuerzo... (HACE UNOS PASES MÁGICOS Y APARECE UN ELEFANTE RICAMENTE ADORNADO CON ALFORJAS DE ORO Y PIEDRAS PRECIOSAS)
ALADINO-         ¡Wao! Está de pintarlo en un cuadro... ¿Y mi traje? No puedo ir así a casarme con la princesa Badrulbudur.
GENIO-     ¿Con quién? (CARCAJADA) ¿Ese es el nombre de la princesa? (RIE)
ALADINO-         Sí. ¿Qué tiene de gracioso?
GENIO 2- (CALMANDOSE) Nada, no tiene nada de gracioso. Tiene nombre de purgante. (RIE)
ALADINO-         (MOLESTO)¡Basta! Quiero mi traje. (Ya cállate)
GENIO 2-  Muy bien (PASES MÁGICOS) ¡Que venga el traje! (APARECEN LAS DOS ODALISCAS BAILANDO Y VISTEN A ALADINO CON UN TRAJE ELEGANTE)
ALADINO-         Ahora sí. Listo para casarme con la princesa Ba... Con la princesa. (AL GENIO) Tú quédate aquí y espera a que yo vuelva.
GENIO 2-  Como tú digas, pequeño amo. ¿Nos vamos, chicas? (DESAPARECEN BAILANDO)


ESCENA 3

PALACIO DEL SULTAN 2. ENTRA ALADINO SOBRE EL ELEFANTE. EL SULTAN 2, ACOMPAÑADO DE LA PRINCESA BADRULBUDUR Y EL GRAN VISIR, MIRAN ASOMBRADOS SU ENTRADA.

BADRUL-  ¿Quién es este magnífico príncipe, padre mío?
VOZ-          (DESPUÉS DE LAS TROMPETAS) Hace su entrada Aladino.
VISIR-       ¿Y quién es Aladino?
ALADINO-         (BAJANDO DEL ELEFANTE) Gran Sultán, mis más sinceros saludos.
SULTAN 2-¿Quién eres y a qué has venido sin anunciarte?
VISIR-       La atención es previa cita. Guardias, sáquenlo pronto del palacio. (LOS GUARDIAS LO ATRAPAN)
BADRUL-  ¡No!
SULTAN 2-Tranquila, hija.
ALADINO-         Esperen.  (SOLTANDOSE DE LOS GUARDIAS) Mi madre y mi tía vinieron antes que yo a pedir la mano de la princesa y a obsequiarle unas piedras preciosas al Sultán.
VISIR-       (BURLÁNDOSE) ¡Ah, las mendigas!
SULTAN2- ¡Suéltenlo! (LOS GUARDIAS OBEDECEN) Mis instrucciones fueron muy claras...
ALADINO-         No solo he traído lo que pediste, (SEÑALA LOS SACOS DE ORO) también te obsequio este magnífico elefante.
TODOS-    ¡Ooooooooh!


ESCENA 4

CASA DE ALADINO. LA MADRE Y LA TIA DE ALADINO SE PINTAN LAS UÑAS. SHERZAD, EL SULTAN Y DINAZAR PASAN CAMINANDO.

SHERZAD-Mientras tanto, el mago africano, al enterarse que Aladino había podido salir de la cueva de la lámpara...
DINAZAR- ¿Pero como pudo enterarse?
SULTAN-   Porque era un mago, los magos saben...
SHERZAD-El mago hizo un horóscopo exacto...
DINAZAR- ¿Eso es como una carta astral?
SHERZAD-Sí, de Aladino y al saber la verdad, consiguió unas lámparas nuevas y después de disfrazarse de anciana con un parche en el ojo se fue directo a la casa de la madre de Aladino. (SALEN)
ANCIANA-         (ENTRANDO)¡Cambio lámparas nuevas por lámparas usadas!
TIA-           ¿Escuchaste? ¡Qué imbécil! Pero dime tú, ¿A quién se le ocurre cambiar cosas nuevas por viejas?
MADRE-   (TRATANDO DE VER A LA ANCIANA) Tal vez esté loca. (SIGUE PINTANDOSE)
TIA-           Seguro... Es como si yo cambiara... (LAS DOS MIRAN LA LAMPARA DE ALADINO) ¿Estás pensando lo mismo que yo?
MADRE-   No, no, no, no. Esa lámpara es de mi hijo Aladino...
TIA-           ¡Tonta! Es una lámpara vieja...
MADRE-   ¿Y el genio?
TIA-           ¿A ti que te importa el genio? ¿Acaso ese genio es tuyo?
MADRE-   No, pero... (PIENSA RAPIDO Y SE ASOMA A LA VENTANA) ¡Anciana, anciana!
ANCIANA-         Dime hijita... ¿Tienes alguna lámpara vieja que quieras cambiar por una nueva y reluciente?
TIA-           (ENSEÑANDOLE LA LAMPARA) Aquí tenemos una pero... ¿Por qué quieres cambiar una lámpara nueva por un cachivache?
ANCIANA-         Yo soy amante de las antigüedades... y daría lo que fuera por una lampara vieja...
MADRE-   ¿Nos darías dos lámparas?
TIA-           O tres.
ANCIANA-         ¡Ah, hijitas! Se aprovechan de una pobre anciana... creo que me voy a otro lado a cambiar mis lámparas.
MADRE-   (TOMANDO A LA ANCIANA DEL BRAZO) Sólo estábamos jugando. Con una será suficiente...
TIA-           (LE DA UN CODAZO A LA MADRE DE ALADINO) O dos, claro.
ANCIANA-         Está bien. Les daré las últimas que me quedan. (LES ENTREGA UN SACO) No tienen idea de lo feliz que me hacen. Ni idea... (CARCAJADA)



ESCENA 5

PALACIO DEL SULTAN. SE ESCUCHA UNA EXPLOSION. EL SULTAN, EL VISIR, BADRUL Y LOS GUARDIAS SE MUESTRAN ASOMBRADOS AL VER A  ALADINO VESTIDO CON SU VIEJO Y HUMILDE TRAJE.

ALADINO-         (DESESPERADO) ¡Mi traje! ¡Los sacos de oro! ¡Las piedras preciosas! ¡El elefante! ¿Dónde están?
VISIR-       ¡Es un farsante!
SULTAN-   ¡Es un hechicero!
BADRUL-  ¡Es lindo!
MAGO-      (APARECIENDO) Buenas noches, Gran Sultán. Buenas noches, Aladino... Escuché que me llamaban.
ALADINO-         ¡Tío! Digo... ¿Qué haces aquí, mago malvado?
MAGO-      Vine a buscar a Badrulbudur para llevármela.
ALADINO-         ¿Qué?
VISIR-       ¡Qué atrevimiento!
SULTAN-   ¡Eso nunca!
MAGO-      ¿Nunca? Ya lo veremos... Genio, llévate a la princesa.
GENIO 2-  Como tú ordenes, malvado amo. (BADRUL ES ATRAIDA POR UNA FUERZA INVISIBLE HASTA LOS BRAZOS DEL GENIO 2 Y DESAPARECEN)
ALADINO-         Pero... ¿Cómo?
SULTAN-   Eso mismo digo yo. Tú eres el responsable de todo esto.
VISIR-       Se lo dije, Gran Sultán. Todo esto es muy extraño.
ALADINO-         Aquí el extraño es usted. (AL SULTAN) Señor, permita que vaya a buscar a la princesa Badr... a su hija la princesa y yo se la traeré de vuelta...
SULTAN-   (MUY TRISTE) De verdad no sé que hacer...
VISIR-       Lo que debió hacer desde el principio. Guardias, arresten a Aladino. (LOS GUARDIAS SE ACERCAN A ALADINO)
GUARD 1- ¡Empezó la diversión!
ALADINO-         ¡Nooooooooooooo!


ESCENA 6

CASA DE ALADINO. TRUENOS. BADRUL, LA MADRE Y LA TIA DE ALADINO  ESTAN AMARRADAS EN UN RINCON. EL MAGO CARCAJEA CON LA LAMPARA EN LA MANO.

MAGO-     ¡Soy poderoso! ¡Soy rico!
MADRE-   Sí, gracias a mi hijo.
TIA-                    ¡Malvado! Te aprovechaste de unas pobres e ingenuas mujeres.
MAGO-     Pobres porque derrocharon todo el dinero que les di, pero ingenuas... nada de ingenuas.
MADRE-   Tú nos engañaste con eso de las lámparas.
MAGO-     Cayeron por ambiciosas, por avaras.
TIA-           ¿Y nosotras que íbamos a saber que esa lámpara tenía un genio?
MADRE-   (A LA TIA) Tú sí sabías...
TIA-           ¡Tú también sabías!
BADRUL-  ¡Un momento! Que alguien me explique. ¿Qué es eso de las lámparas, del genio, del dinero?
MAGO-     (ORGULLOSO) Muy simple. Yo engañé a Aladino para que rescatara esta lámpara maravillosa que tiene dentro un genio que cumple todos los deseos de aquel que la posee. Luego él se enamoró de ti y usó el genio para su beneficio y yo, que soy más inteligente que él engañé a estas dos viejas para que me dieran la lámpara y “Zas” lo despojé de todo, hasta de su gran amor. 
BADRUL-  (FINGIENDO ASOMBRO) ¡Ah! Entonces tú eres muy inteligente... y guapo.
TIA-           ¿Qué?
MADRE-   ¿Guapo? Ni cuando se disfrazó de anciana se veía decente...
TIA-           Esta niña tiene el gusto en el cuello, pero en la parte de atrás del cuello.
BADRUL-  No. Mírenlo bien. Miren qué ojos tan maravillosos tiene...
MAGO-     (ENCANTADO) ¿Te parece?
BADRUL-  ¡Uy, sí! Y un bigote muuuuuy seductor...
MAGO-     ¿En serio?
BADRUL-  Sí, seguro. ¡Ay, pero qué apretada está esta cuerda! ¡Y que calor hace aquí!
MAGO-     (TIERNAMENTE) ¿Tienes calorcito? ¡Ay, pobrecita! ¿Te gustaría que te soltara un rato?
BADRUL-  ¡Ay, me encantaría!
MAGO-     Espérate un momentico y te suelto... (LA DESATA) Ya está. ¿Te sientes mejor?
BADRUL-  (TIMIDA) Umjú. Gracias.
MAGO-     De nada, preciosa.
MADRE-   Y a nosotras que nos parta un rayo.                         
MAGO-     (A LA TIA) ¡A callarse!
BADRUL-  ¡Uy, pero qué personalidad! ¿Dónde estuviste todo este tiempo?
MAGO.      Buscando la famosa lámpara pero... ¿Qué más puedo hacer para que estés cómoda?
BADRUL-  Déjame pensar... me gustaría beber ahora mismo un jugo de los frutos de mi jardín privado.
MAGO-     (ABOBADO) ¿De tu jardín privado?
BADRUL-  Sí, el que está en el palacio.
MAGO-     ¿En el palacio?
BADRUL-  Umjú. ¿Me lo traerías?
MAGO-     ¿De los frutos de tu jardín? ¿Quieres que te traiga el jardín completo, mi bella princesa?
BADRUL-  ¿Podrías traérmelo?
MAGO-     (ENVALENTONADO) ¡Claro que puedo! ¡No solamente el jardín, el palacio entero!
MADRE-   ¡Todos los hombres son iguales! Puras promesas...
TIA-           Y a esta muchacha ya le afectó el nombrecito ese que le pusieron... ¿Cómo es que la llaman?
MADRE-   Bulsabradul o algo así...
MAGO-               ¡Ya cállese! (A BADRUL) Ya verás. (MUESTRA LA LAMPARA)
BADRUL-  Espera. Veo que aparte de apuesto y muy inteligente también eres muy sabio... ¿Podrías explicarme como funciona la lámpara?
MAGO-     Por supuesto, es muy fácil. (LE DA LA LAMPARA A BADRUL) Tú solo la agarras con una manito aquí y luego pones la otra manito acá... y luego la frotas.
BADRUL-  ¿Así? (FROTA LA LAMPARA Y APARECE EL GENIO 2)
GENIO 2-  A tus órdenes, princesa ama.
BADRUL-  Te ordeno que metas a este horrible mago en las mazmorras de palacio.
MADRE-   ¡Ajá! ¡Bien hecho!
BADRUL-  Suelta a estas dos mujeres y llévame a palacio ahora mismo.
TIA-           ¡Ahí tienes lo tuyo!
GENIO 2-  (A LA TIA) ¡Ya cállese o la convierto en sartén a usted y a su hermana también! (A BADRUL) Como tú ordenes, princesa ama. (SONIDO MAGICO. ENTRAN SHREZAD, DINAZAR Y EL SULTAN)
SHREZAD-Y así fue como la princesa Badrulbudur regresó a palacio, le contó todo lo ocurrido a su padre y pidió que liberara a su amado Aladino para casarse con él...
DINAZAR-          (ATERRADA) ¿Y entonces?
SULTAN-  Allí termina el cuento.
DINAZAR-          ¡Noooooo! Allí no termina el cuento. ¿Verdad, hermanita que allí no termina el cuento? Sigue, sigue contando...
SHERZAD-(DUDANDO) Lo que no sabía la princesa es...
SULTAN-  ¿Es...?
SHERZAD-Que...
DINAZAR-          ¿Qué?
SHERZAD-Que... (ILUMINADA) Lo que no sabía la princesa es que Aladino tenía un hermano mayor, que fue arrancado del pecho de su madre cuando apenas había nacido, su nombre era Alí Babá, y como el mismo Aladino era tan pobre que se adentraba en el bosque para recoger leña que luego vendía a los viajeros del desierto. Un día Alí Babá se entretenía en cortar las ramas de un pequeño árbol situado frente a una gran roca, cuando repentinamente escuchó el estruendo de una manada de caballos...




ESCENA 7

BOSQUE. SONIDO DE CABALLOS DETENIENDOSE. ALI BABA MONTADO EN UN ARBOL OBSERVA ASOMBRADO A LOS LADRONES 1, 2, 3 y 4, QUE CARGADOS DE COFRES SE ACERCAN A LA ROCA.

LADRON1-¡Dejen afuera los caballos! Amárrenlos un poco lejos para que nadie sospeche que estamos aquí...
LADRON2-Siempre dices lo mismo. ¿No crees que son demasiadas precauciones?
LADRON1-Nunca serán suficientes las precauciones (MIRA ALREDEDOR) Siempre hay alguien fisgoneando por ahí...
LADRON3-Hablan demasiado y tenemos poco tiempo...
LADRON4-¡Sí, dí las palabras mágicas!
LADRON1-Está bien... “Ábrete sésamo”. (LA ROCA SE ABRE Y LOS LADRONES 1, 2, 3 Y 4 ENTRAN EN UNA ESPECIE DE CUEVA, COLOCAN LOS COFRES CON CUIDADO, SALEN DE ALLI) “Ciérrate sésamo” (LA ROCA SE CIERRA Y LOS LADRONES SALEN SEGUIDOS DE SONIDO DE CABALLOS)
ALIBABA- (BAJANDO DEL ARBOL) ¡Pero... qué prodigio! ¡Es una guarida de ladrones! Tengo que contarle esto a mi esposa... aunque ella nunca me creería... (PIENSA) ¡Ya sé! “Ábrete sésamo” (SE ABRE LA ROCA) ¿Entraré o no entraré? (ENTRA) ¡Oh, Alá! ¡He sido bendecido! ¡Qué descubrimiento tan magnífico! (TOMA UN COFRE LO OCULTA ENTRE SU ROPA Y SALE DE LA ROCA) ¡Ah, casi me olvidaba! “Ciérrate sésamo” (LA ROCA SE CIERRA Y ALIBABA SALE)


ESCENA 8

CASA DE ALIBABA. SU ESPOSA LO ESPERA. ALIBABA ENTRA MISTERIOSAMENTE.

ALIBABA- (EN SECRETO) ¡Pst, pst! ¡Mujer!
MUJER-    (TAMBIEN EN SECRETO) ¿Qué pasó? ¿De donde vienes?
ALIBABA- (IGUAL) Del bosque, como siempre.
MUJER-    (IGUAL) ¡Ah, qué bueno! ¿Y la leña?
ALIBABA- (IGUAL) ¡Ay, la leña! Creo que la dejé en el bosque.
MUJER-    (IGUAL) ¡Aaah! (PIENSA) ¿Crees que dejaste la leña?
ALIBABA- (IGUAL) Sí.
MUJER-    (IGUAL) ¿Y qué tal te fue en el bosque?
ALIBABA- (IGUAL) Muy bien... ¿A ti como te fue hoy?
MUJER-    (IGUAL) Aquí, tú sabes, como siempre... (PIENSA) ¡Oye, Alí! ¿Por qué estamos hablando así?
ALIBABA- (IGUAL) ¿Cómo?
MUJER-    (IGUAL) Así, como en secreto.
ALIBABA- (IGUAL) ¡Aaah! Es que tengo un secreto.
MUJER-    (IGUAL) ¿Cuál secreto?
ALIBABA- (IGUAL) Si te lo digo, entonces no sería un secreto.
MUJER-    (IGUAL) ¡Aaaaah! Ya entendí. Tienes un secreto pero si me lo dices entonces ya no sería un secreto.
ALIBABA- (IGUAL) Correcto. (LA MUJER CAMINA DE UN LADO AL OTRO PENSANDO)
MUJER-    (IGUAL) ¡Ali!
ALIBABA- (IGUAL) ¿Qué!
MUJER-    (IGUAL) O me dices el secreto... (EXPLOTANDO) o vas a tener que explicarme qué hacías tú en el bosque todo el día. ¿Dónde está la leña? ¿Qué es lo que tienes escondido bajo la ropa? ¡Me lo dices y me lo dices ya!
ALIBABA- (TODAVIA EN SECRETO) ¡Espera un momento, mujer...!
MUJER-    ¡A mí me hablas claro!
ALIBABA- (IGUAL) Está bien, pero...
MUJER-    ¡Que me hables claro te dije!
ALIBABA- (FUERTE) Está bien. ¡Mira! (SACA EL COFRE DE SU ROPA) Encontré este cofre lleno de oro, oculto en una cueva de ladrones...
MUJER-    (TAPANDOLE LA BOCA) ¡Ya cállate!
ALIBABA- (DESTAPANDOSE LA BOCA) Tú fuiste la que insistió...
MUJER-    (LO SUELTA Y AGARRA EL COFRE) Es una gran riqueza. Tómala, guárdala pronto y no le digas a nadie que la tienes.
ALIBABA- Tú que sabes de esas cosas... ¿Cuánto dinero habrá en el cofre?
MUJER-    Déjame ver... solo podría saberlo con una jarra de medida.
ALIBABA- Entonces busca una rápido.
MUJER-    ¿Se te olvida que somos pobres? Nunca hemos necesitado una, nunca hemos tenido dinero que contar.
ALIBABA- ¡Éramos pobres!
MUJER-    Y seremos igualmente pobres si se enteran que el humilde Alí Babá y su mujer tienen oro en su propia casa. ¡Nos robarían de inmediato!
ALIBABA- Tienes razón. No podemos ir a comprar una jarra de medida y menos con una moneda de oro.
MUJER-    Debemos pensar...
ALIBABA- Sí, pensemos. (PIENSAN)
MUJER-    ¡Ya sé!
ALIBABA- ¿Qué?
MUJER-    No... creo que no servirá. Olvídalo. (PIENSAN)
ALIBABA- ¡Ya sé!
MUJER-    ¿Qué?
ALIBABA- No... tampoco servirá. (PIENSAN)
MUJER-    ¡Ya sé!
ALIBABA- ¿Qué?
MUJER-    Le pediré prestada una jarra de medida a mi hermana.
ALIBABA- ¿Crees que te la preste?
MUJER-    Es mi hermana. No creo que se niegue.
ALIBABA- Pero ella es muy curiosa, seguramente te preguntará para qué la quieres...
MUJER-    Es verdad... (PIENSA) Le diré que es para medir...
ALIBABA- ¡Arvejas! ¡No, mas bien lentejas!
MUJER-    Sí, lentejas... (PAUSA) Alí.
ALIBABA- ¿Qué?
MUJER-    Nosotros no tenemos ni para lentejas. Ella sospechará algo.
ALIBABA- Tú ve y pídesela. Esta escena está muy larga ya.
MUJER-    Como tú digas... (SALE)


ESCENA 9

CASA DE CASIM. LA CUÑADA DE ALIBABA, SENTADA, SE PRUEBA UN COLLAR. MORGIANA, SU ESCLAVA, LE AYUDA.

MUJER-    (ENTRANDO) Que Alá te bendiga, hermana.
CUÑADA- A ti también. Te deseo el doble de lo que tú me deseas.
MUJER-    ¿El doble? ¡Ay, tú si eres maluca!
CUÑADA- Ya empezaste. Dime. ¿A qué debo el honor de la visita?
MUJER-    Necesito que me prestes...
CUÑADA-  ¡Necesito que me prestes, necesito que me prestes...! ¿Es que no sabes más palabras que esas? ¡Cómprate un diccionario!
MUJER-    Eres muy cruel conmigo. Sabes que no he tenido mucha suerte. Mi esposo no gana tanto dinero como el tuyo.
CUÑADA-  Pues que trabaje más o lo que sea. No puedes seguir viviendo de mí y de mi esposo...
MUJER-    Un momento. Mi esposo trabaja, y te digo más, muy pronto seremos muy ricos y ya podré pagarte toooodo lo que te he pedido y nunca te he devuelto. Mientras tanto...
CUÑADA- Quieres que te preste...
MUJER-    Una jarra de medida.
CUÑADA- ¿Y de cuando a donde tú tienes algo que medir?
MUJER-    ¿Me la prestas o no?
CUÑADA- (SOSPECHANDO) Ssssí, claro. ¿Por qué no habría de prestártela? Al fin y al cabo eres mi hermana...
MORGIA- LEVANTANDOSE) Ya la busco...
CUÑADA- Tú ni te muevas... Yo misma la buscaré.
MORGIA- Sí, mi señora. (SE SIENTA)
CUÑADA- (A LA MUJER) A ver, hermanita, aléjate un poco... (LA MUJER SE ALEJA) Más... (LA MUJER OBEDECE) ¿Dónde puse la jarra de medir?
MUJER-    La tienes al frente.
CUÑADA- ¡Ah, sí! (PARA SI MISMA) Con que pronto serán ricos... Y necesita una jarra de medir... (A LA MUJER) Espera mientras la limpio un poco. Morgiana, ayúdame a limpiarla... (MORGIANA SE ACERCA. LA CUÑADA HABLA EN SECRETO) ¿Dónde está la cera?
MORGIA- Aquí, mi señora (LE DA LA CERA)
CUÑADA- (EN SECRETO) Le unto un poco de cera... (SE LA UNTA) y ya veremos lo que va a medir...
MORGIA- ¡Aaaah!
CUÑADA- (A LA MUJER) Ya está.
MUJER-    (AGARRA LA JARRA) Gracias, hermana.    
CUÑADA- Me la traes apenas termines. Yo siempre la necesito.
MUJER-    Como tú digas, hermanita. (SALE)
SHERZAD-(ENTRANDO CON DINAZAR Y EL SULTAN) Alí Babá y su mujer de no cabían en su asombro al contar tanto dinero junto. Contaron tanto dinero, que no se dieron cuenta de una moneda que pegada en el fondo de la jarra, delataría su secreto. A la mañana siguiente, la mujer fue a la casa de su hermana con el inocente fin de devolver la jarra prestada... (SALEN)

ESCENA 10

MISMO LUGAR. LA MUJER DE ALIBABA LE ENTREGA LA JARRA A SU HERMANA. CASIM, SU ESPOSO, OBSERVA. MORGIANA BARRE EL POLVO.

MUJER-    Que Alá te bendiga, hermana. (SALE)
CUÑADA-  Que Alá te bendiga... (MIRA EL FONDO DE LA JARRA) ¡Casím, mira! ¡Es tal como te dije! Yo sabía que algo turbio se traía mi hermana. (MORGIANA DEJA DE BARRER Y ESCUCHA)
CASIM-     ¡Una moneda de oro! (LA SACA Y LA MUERDE) ¡Y es oro del bueno! ¡Alí Babá contando oro! ¡Esto hay que averiguarlo pronto!
CUÑADA- (A MORGIANA) ¿Tú qué miras?
CASIM-     Pero, mujer... ¿Por qué la maltratas? Morgiana es una buena esclava.
CUÑADA- (A CASIM) ¿Tú por qué la defiendes?
CASIM-     Porque sí. ¿Algún problema?
CUÑADA- (TOMANDO A CASIM DEL BRAZO) ¡Vamonos! Tenemos que ir donde mi hermana a enterarnos de todo...
CASIM-     (SOLTANDOSE) No. Tú te quedas. Esto es trabajo para hombres. (GUARDA LA MONEDA) Debemos ser muy pero muy discretos.
CUÑADA- Pero si la idea fue mía...
CASIM-     Dije “Te quedas”. (SALE)
CUÑADA- ¡Casim!
CASIM-     (REGRESANDO) Tú eres muy chismosa y este es trabajo para discretos, solo para discretos. (SALE)
CUÑADA- (MIRA CON FURIA A MORGIANA) ¡Tú cállate!


ESCENA 11

CASA DE ALIBABA.
CASIM-     (ENTRANDO) ¡Cuñadita! ¡Concuñadito!
ALIBABA- ¡Casím! ¿Qué hace el rico esposo de mi cuñada en mi humilde casa?
CASIM-     (BUSCANDO EN TODOS LADOS) ¿Quién, yo? Esteee... ¡Nada! Pasaba por aquí y dije “Voy a visitar a mi amigo Alí Babá y a mi linda cuñadita”
MUJER-    (EXTRAÑADA) ¿Tu amigo?
ALIBABA- (IGUAL) ¿Linda? Casím, tú estás algo extraño. ¿Te sientes bien?
CASIM-     Perfectamente. Por cierto... ¿De donde sacaste ese oro que estás midiendo?
ALIBABA- ¿Lo sabías? (A SU MUJER) ¡Tú se lo dijiste!
MUJER-    ¿Yo? Este demonio ni siquiera estaba en su casa cuando fui a pedirles la jarra. (A CASIM) Nosotros no tenemos oro. Estás inventando eso para... para humillarnos.
CASIM-     ¿Inventando? (MUESTRA LA MONEDA)
ALIBABA- Yooo... me lo prestaron y tengo que devolverlo. Dámelo. (TRATA DE QUITARSELA A CASIM)
CASIM-     (EVITANDOLO) No, señor. Dime de donde sacaste esta moneda. ¿Dónde están las demás? Yo podría decirte como administrar ese dinero. Tú nunca has tenido nada. No tienes experiencia y podrías perderlo.
ALIBABA- (DESPUES DE PENSAR) Está bien... te lo contaré todo...
MUJER-    ¡Alí, no!
ALIBABA- No tiene caso, mujer. Él hasta podría ayudarnos.
CASIM-     Eres un hombre sensato.
ALIBABA- Bien. Yo estaba en el bosque, como todos los días, montado en un arbol... (CASIM Y ALIBABA SALEN HABLANDO)
MUJER-    ¡Esto no debió pasar! (SALE)


ESCENA 12

BOSQUE. CASIM LLEGA A LA ENTRADA DE LA CUEVA.

CASIM-     ¿Será aquí? Déjame ver... ¿Cómo era la palabra? Ábrete... ábrete... ábrete sésamo... (SE ABRE LA ROCA) ¡Wao! ¡Sí! ¡Soy rico! (ENTRA A LA CUEVA. SONIDO DE CABALLOS)
LADRON1-(ENTRANDO) La entrada a la cueva está abierta.
LADRON2-(ENTRANDO) Pero eso es imposible...
LADRON3-(ENTRANDO) ¿Quién la dejó abierta?
LADRON2-Yo no fui.
LADRON1-Y ustedes decían que para qué tantas precauciones...
LADRON3-El intruso puede estar adentro.
LADRON1-Sea quien sea lo pagará con su vida...
LADRON2-Yo le daré su merecido... (SACAN SUS ESPADAS Y ENTRAN A LA CUEVA)
SHREZAD-(ENTRANDO CON DINAZAR Y EL SULTAN) Los ladrones entraron a la cueva dispuestos a eliminar al atrevido Casím, quien aun permanecía inocente recogiendo piezas de oro. (BOSTEZA) Bien, creo que es hora de dormir...
SULTAN-  Pero no entiendo. ¿Qué pasó con Casím?
SHREZAD-Ten paciencia, mi joven Sultán. Debo recuperar mis fuerzas para relatar hechos tan terribles como los que pronto les contaré.
SULTAN-  Si te dejo descansar... ¿Prometes continuar en la mañana de mañana?
SHREZAD-Será mi placer contarte toda la historia.
SULTAN-  Y para mí será muy placentero escucharte.
DINAZAR-          Entonces, mejor vamos a dormir, yo también estoy cansada, aunque no sé si pueda conciliar el sueño por la emoción.
SULTAN-  Yo también me siento así...
SHREZAD-Despidámonos entonces. Nos reuniremos aquí mismo, mañana al final de la madrugada.
DINAZAR-          Hasta mañana, hermanita.
SULTAN-  Que tengan un feliz sueño.
DINAZAR-          Hasta mañana, Gran Sultán.
SHREZAD-Hasta mañana. (FIN DE LA SEGUNDA NOCHE)


ACTO III

ESCENA 1

BOSQUE. PARALIZADOS, LOS LADRONES CON ESPADAS EN LA MANO Y UN MONIGOTE CON LA FORMA DE CASIM, RECREAN LA ULTIMA ESCENA DENTRO DE LA CUEVA.

SHREZAD-(ENTRANDO CON DINAZAR Y EL SULTAN) A ver... ¿En qué quedamos la última vez?
DINAZAR-                   Quedamos en que Alí Babá le dijo a Casím, el esposo de su cuñada donde estaba la cueva con el tesoro...
SULTAN-  Sí y los ladrones regresaron, entraron y lo encontraron ahí...
DINAZAR-          Y ya estaban dispuestos a eliminar al atrevido Casím, quien aun permanecía inocente recogiendo piezas de oro.
SULTAN-  Sí, en eso nos quedamos... Está de lo más interesante la historia.
SHREZAD-Y aun falta mucho que contar.
DINAZAR-          Entonces no tardes más y continua.
SHREZAD-Bien. (EMPIEZA A SALIR MIENTRAS DINAZAR Y EL SULTAN LE SIGUEN) Los ladrones dejaron a Casim totalmente irreconocible... (SALEN)
LADRON1-(GOLPEANDO AL MONIGOTE CON LA ESPADA) ¡Y esto es por metiche...!
LADRON2-(IGUAL) ¡Toma, intruso!
LADRON3-¡Basta, creo que ya peló!
LADRON4-¡No aguantó casi nada!
LADRON3-Yo tengo el brazo derecho!
LADRON4-¡Y yo el izquierdo!
LADRON1-¡Tengo una de las piernas!
LADRON2-¡Y yo tengo el cuerpo!
LADRON1-¿Y quién tiene la otra pierna?
LADRON2-Yo no.
LADRON3-Yo tampoco.
LADRON4-Yo creo que la vi por aquí (SE VOLTEA Y DEJA VER PEGADA A SU ESPALDA LA PIERNA DE CASIM)
LADRON3-¡Guácatela!
LADRON2-¡Ahí está!
LADRON4-¿Dónde?
LADRON1-¡En tu espalda!
LADRON4-(ASUSTADO) ¡Quítenmela! ¡Quitenmela!
LADRON2-¡Mira que bruto eres! Tener una pierna pegada en la espalda y no darte cuenta... Bueno, dejen los pedazos aquí en la cueva, así nadie se enterará de lo que ha pasado. (COLOCAN LOS PEDAZOS)
LADRON3-Vámonos. Los otros treinta y seis ladrones esperan por nosotros... ¡Ciérrate Sésamo! (SALEN, EL LADRON 2, SIN DARSE CUENTA, DEJA CAER LA CABEZA DE CASIM PEGADA EN SU ESPALDA. SONIDO DE CABALLOS QUE SE VAN)
ALIBABA- (ENTRA Y MIRA LA CABEZA HORRORIZADO) ¡Casím! (RECOGE LA CABEZA) ¡Abrete sésamo!


ESCENA 2

CASA DE CASIM. LA CUÑADA SE PONE PERFUME. LA ESCLAVA MORGIANA OBSERVA. ALIBABA ENTRA CON UN SACO LLENO DE LOS PEDAZOS DE CASIM.

ALIBABA- Te traigo una noticia que creo que no te va a gustar.
CUÑADA- Tú diras...
ALIBABA- Casím intentó entrar a la cueva del tesoro...
CUÑADA- Eso ya lo sabía...
ALIBABA- Y creo que los dueños de la cueva lo encontraron... (SACA LOS PEDAZOS)
MORGIA- (LLORANDO) ¡Oh! ¡Es mi señor...!
CUÑADA- (TRANQUILA LE HABLA A LOS PEDAZOS) Ajá, señor discreto... (TRANSICION) Es que si estuvieras vivo te agarro por el cuello y te...
ALIBABA- ¡Espera! ¡Cálmate, por favor!
CUÑADA- (LLORANDO) ¿Y ahora qué hago yo?
ALIBABA- Primero que nada, te propongo que tu hermana y yo vengamos a vivir a tu casa y unamos nuestra nueva riqueza a la tuya. Lo siguiente será ocultar el cuerpo de Casim y decir que tuvo una muerte natural, así, esos ladrones no sospecharán que alguien más sabe de su secreto...
CUÑADA- ¿Pero cómo?
MORGIA- Si mi señora me permite...
CUÑADA- Habla.
MORGIA- Yo sé de una costurera que hace remiendos tan finos y tan delicados, que nadie notará el horrible fin de mi señor...
CUÑADA-           Nnno entiendo bien...
MORGIA- Con tu permiso puedo ir a la casa del farmacéutico y le pediré ese remedio que solo dan a los moribundos.
CUÑADA- ¡Pero si ya se murió!
ALIBABA- Debemos hacer pensar que estaba enfermo...
CUÑADA- (DESPUES DE PENSAR UN RATO) ¡Aaaaah, claro! Y que murió recientemente...
ALIBABA- Correcto.
CUÑADA- Yo sabía que algo bueno se me ocurriría...
ALIBABA- ¿A ti?
CUÑADA- Claro, niño. (SUSPIRA Y SACA UNA BOLSA DE DINERO) Morgiana, toma, ve donde esa costurera que tú dices y encárgate de todo. Ya he pensado demasiado por hoy.
MORGIA- (TOMA LA BOLSA) Sí, mi señora. (SALE)


ESCENA 3

CASA DE TAFAL, LA COSTURERA. TAFAL DISFRUTA ZURCIENDO UNA MEDIA.

TAFAL-     ¡Listo! ¡Quedó impecable!
MORGIA- (ENTRANDO) Tafal. Tengo un encargo que hacerte.
TAFAL-     Lo siento, estoy ocupadísima.
MORGIA- (LE MUESTRA LA BOLSA DE DINERO) ¿Qué tan ocupada?
TAFAL-     Alguito... pero déjame ver si puedo ayudarte.
MORGIA- Necesito que vengas conmigo, pues debes coser el cadaver de mi señor. ¿Crees que puedas hacerlo?
TAFAL-     Soy la mejor. No hay en todo el oriente una costurera mejor que Tafal, es decir yo, aquí presente.
MORGIA- Debes ir con una condición.
TAFAL-     Tú dirás.
MORGIA- La condición de tapar tus ojos hasta llegar a la casa de mi señor, pues nadie debe saber el lugar donde harás el trabajo. ¿Estás dispuesta?
TAFAL-     Todo lo que me pides es muy extraño... pero sí, estoy dispuesta. Dame el dinero.
MORGIA- Lo recibirás apenas cumplas con el encargo.
TAFAL-     Entonces, vamos enseguida. (SE VENDA LOS OJOS CON UN TROZO DE TELA Y SALEN)
SHERZAD-(ENTRANDO CON EL SULTAN Y DINAZAR) Morgiana llevó a Tafal a la casa de Casim y la costurera realizó el trabajo con prolija precisión, engañando a todos los familiares y amigos que asistieron al funeral...
SULTAN-  Imagino que Alí Babá nunca regresó a la cueva. Los ladrones ya sabían que alguien más se había llevado el cuerpo de Casim.
DINAZAR-          ¿Por qué no habría de regresar? Nadie sabía que él conocía la entrada a la cueva o de su parentesco con Casím.
SHERZAD-Al menos hasta el día en que uno de los ladrones necesitó de la ayuda de Tafal...
SULTAN-  Esto se pone cada vez más interesante. (SALEN)
ESCENA 4

MISMO LUGAR. TAFAL ESTA COSIENDO UNA MEDIA.

TAFAL-     He cosido esta media ciento quince veces y no se le nota ni un solo remiendo. Es que no hay una costurera mejor que Tafal, es decir yo, aquí presente.
LADRON1-(ENTRANDO) Que Alá bendiga este lugar.  ¿Eres tú Tafal, la costurera?
TAFAL-     No, yo soy un clon. ¡Claro que soy Tafal! Es decir yo, aquí presente.
LADRON1-Nunca pensé que serías alguien de tanta edad. Debe ser muy difícil para ti atravezar con el hilo el ojo de la aguja.
TAFAL-     Tan vieja como me ve, no lo pondría usted en duda si supiera que hace muy poco he cosido un muerto en una habitación donde no había más luz que aquí.
LADRON1-¡Ah! ¿Sí? ¿Y donde fue eso exactamente?
TAFAL-     No sabría decirle.  Fui llevado allí con los ojos vendados y traído del mismo modo. Me pagaron muy bien.
LADRON1-Al menos debe acordarse del camino que le hicieron recorrer.
TAFAL-     Puede ser que sí, puede ser que no... (LADRON 1 LE MUESTRA Y HACE SONAR UNA BOLSA DE DINERO) Soy algo anciana, pero la memoria de Tafal,  es decir yo, aquí presente, es una memoria de elefante.
LADRON1-Eso está por verse. Yo le vendaré los ojos... (AGARRA UN PEDAZO DE TELA Y LE VENDA LOS OJOS) ...y ya veremos si es cierto eso de la memoria de elefante. (CAMINAN HACIENDO UN RECORRIDO CAPRICHOSO)
TAFAL-     ¡Aquí!
LADRON1-¿Está seguro?
TAFAL-     Aquí no es. (SIGUEN EL CAMINO) Aquí... tampoco es. (EL LADRON 1 SE EMPIEZA A DESESPERAR, TAFAL SIGUE CAMINANDO Y SE DETIENE FRENTE A LA CASA DE CASIM) Aquí es, no hay duda. Lo asegura Tafal, es decir yo, aquí presente.
LADRON1-(DANDOLE LA BOLSA DE DINERO) Vete a tu casa. Si te necesito te llamaré.
TAFAL-     Sí, mi señor. (SALE HACIENDO REVERENCIAS Y TROPEZANDOSE)
LADRON1-Ahora... (SACA UNA TIZA) marcamos el lugar... (HACE UNA MARCA) para que no se me olvide y... ¡Listo! ¡A buscar a los demás ladrones! (SALE CORRIENDO)


ESCENA 5

CASA DE CASIM. MORGIANA ENTRA CON UNA ESCOBA Y EMPIEZA A BARRER.

MORGIA- (BARRIENDO SOBRE LA MARCA) Pero... ¡Que extraño! Es una mala señal. Alguien le desea mal a mi señora. (MIRA A LOS LADOS, SACA UNA TIZA Y HACE MUCHAS MARCAS IGUALES EN VARIAS PARTES DEL ESCENARIO. SALE)


ESCENA 6

MISMO LUGAR. ENTRAN LADRON 1, 2, 3 Y 4.

LADRON2-¿Y bien?
LADRON3-¿Dónde es?
LADRON1-Es... donde está la marca.
LADRON4-Sí, muy bien pero... ¿Cuál marca?
LADRON2-Hay como cincuenta marcas...
LADRON3-¡Más! Hay como cincuenta y una marcas...
LADRON1-No tantas. Hay como cuarenta y nueve.
LADRON2-Para mí son cincuenta...
LADRON1-Para ti, pero para mí son cuarenta y nueve...
LADRON3-Pero para mí son cincuent...
LADRON4-¡Ya cállense! ¿Cuál – es – la verdadera marca?
LADRON1-¡Ya sé!
TODOS-    ¿Cuál?
LADRON1-La que está frente a la casa.
LADRON2-Veamos entonces... (TODOS TRATAN DE VER DENTRO DE LA CASA)
LADRON3-Yo no veo nada.
LADRON4-Yo tampoco.
LADRON1-Yo tengo una idea. Aunque podría ser algo arriesgada.
LADRON4-Somos muy valientes y aguerridos.
LADRON3-No nos importa correr riesgos.
LADRON2-Somos indestructibles.
LADRON1-Hay que reunirse. Hagamos un círculo. (SE COLOCAN EN CIRCULO UNIENDO SUS CABEZAS)
LADRON3-Siempre hacemos un círculo.
LADRON4-Ya somos un círculo.
LADRON2-¡El círculo de los cuarenta ladrones!
LADRON3-¡Y ya todos saben de lo que somos capaces los círculos!
LADRON4-Pero faltan los otros treinta y seis...
LADRON1-Eso no importa. Nosotros tomamos las decisiones y ellos harán todo lo que les digamos.
LADRON2-Como siempre.
LADRON1-Bien. Llegaremos en la noche, escondidos en grandes jarros de aceite...
LADRON2-¡Pero, nos ahogaremos!
LADRON1-Los jarros estarán vacios, todos excepto uno que si estará completamente lleno de aceite. Cuando revisen el primer jarro, creerán que los demás cargan el mismo contenido y nadie notará que estamos escondidos.
LADRON3-¡Genial!
LADRON4-¡Brillante!
SHERZAD-(ENTRANDO CON DINAZAR Y EL SULTAN) A la noche siguiente, los ladrones entraron escondidos según lo previsto, al hogar de Casim, recientemente habitado por la familia de Alí Babá...
SULTAN-  ¡Los van a masacrar!
DINAZAR-          ¿A los ladrones?
SULTAN-  No. A la familia de Alí Babá.
DINAZAR-          ¡Aaaaaaah! Claro, eso si la esclava Morgiana los deja.
SHERZAD-Bueno. Creo que ya es hora de ir a dormir.
SULTAN-  Sí. Ya sé. Continuaremos mañana.
SHERZAD-Por supuesto, si el Sultán así lo dispone.
SULTAN-  Así lo dispongo, mi querida Sherzad.
DINAZAR-          Creo que iré hoy a descansar a la casa de mi padre.
SULTAN-  Dale mis saludos al Gran Visir. Ya casi no lo vemos entre cuentos y descanso.
DINAZAR- Le daré tu mensaje, Gran Sultán. Buenos días.
SULTAN- Buenos días.
SHERZAD-Buenos días, hermana.



ESCENA 7

CASA DE SHERZAD. EL VISIR DUERME.

DINAZAR-          (ENTRANDO) Padre mio, despierta.
VISIR-       (DESPERTANDO) ¿Qué paso? ¡Ah! ¿Dónde está tu hermana Sherzad?
DINAZAR-          Nada le ha pasado. Creo que el Sultán la tiene en muy buen aprecio.
VISIR-       ¿El Sultán?
DINAZAR-          Sí. (BOSTEZA) Creo que pasarán muuuuchas noches antes que mi hermana muera a manos del Sultán. (BOSTEZA) Muchas noches, muchas noches... (SE QUEDA DORMIDA)
VISIR-       (PENSATIVO) Muchas noches, muchas noches... (FIN DE LA TERCERA NOCHE)


ESCENA 8

HABITACION DE PALACIO ORIENTAL. SHREZAD DUERME. EL SULTAN LA OBSERVA TIERNAMENTE. SHREZAD DESPIERTA.

SULTAN-  Eres tan hermosa.
SHREZAD-(SONRIENTE) Y tú tan distinto a ese Sultán amargado de los primeros días.
SULTAN-   ¿Amargado yo?
SHREZAD-(APENADA) No fue mi intención ofenderte...
SULTAN-   No me has ofendido. Solo quiero pedirte algo...
SHREZAD-Creo que ya no tengo que darte. Te he contado el último de mis cuentos.
SULTAN-   Ya no quiero oir más cuentos.
SHREZAD-Entonces llegó mi hora después de casi tres años.
SULTAN-   Sí, después de mil noches tu hora ha llegado. (DINAZAR ENTRA FURTIVAMENTE Y OBSERVA)
SHREZAD-Lo supe siempre... Y aun así, hoy no temo por mi vida. Temo por mi hermana Dinazar y por las demás mujeres que vendrán después de mí.
SULTAN-   No temas por tu hermana...
SHREZAD-¿La perdonarás?
SULTAN-   La perdonaré.
SHREZAD-¿Aun casándote con ella?
SULTAN-   No me casaré. Ni después de ti, ni nunca jamás.
SHREZAD-No entiendo...
DINAZAR- ¿Cómo que no entiendes, Shrezad? ¡El Sultán nos perdona!
SHREZAD-¿Sí?
SULTAN-   Por supuesto. Estoy enamorado de ti, Shrezad, tan enamorado como Aladino de la princesa Badrulbudur. Eres más inteligente y hermosa que cualquier otra princesa en el mundo. No puedo pedirte que seas mi esposa porque ya estamos casados pero... ¿Puedo pedirte que me ames?
SHREZAD-Te amo desde que soy una niña. Desde antes que se inventara el primero de los cuentos.
DINAZAR- ¿El primero de los cuentos?
SHREZAD-Sí, el primero de los cuentos...
SULTAN-   ¿Sabes cuál es el primero de los cuentos?
SHREZAD-Por supuesto. El primero de los cuentos nos relata la historia de la gran inundación. La historia del Gran Amalivaca.
SULTAN-   Dijiste que habías contado el último de tus cuentos.
SHREZAD-(SONRIENTE) Es verdad, pero la historia de Amalivaca no la inventé yo. Pertenece a la tradición indígena del Mar Caribe.
SULTAN-   (TIMIDO) ¿Y... tú...? (MIRA A DINAZAR)
DINAZAR- ¿Podrías contarnos ese cuento?
SHREZAD-Solo si es del gusto del Sultán.
SULTAN-   Es mi gusto.
SHREZAD-(CONTRARIADA) ¡Dijiste que no querías escuchar más cuentos!
SULTAN-   Pero cambié de opinión.
SHREZAD-(RESIGNADA) Ya debería estar acostumbrada...
DINAZAR- Está amaneciendo...
SHREZAD-Bien, entonces se los contaré mañana.
SULTAN-   (DESILUSIONADO) ¿Mañana?
SHREZAD-Sí, mañana.
SULTAN-  (ZALAMERO) ¿Mañana?
SHREZAD-Está bien, escuchen con atención. Y que conste que éste será el último cuento.
SULTAN-   Así será.
SHREZAD-Todo comenzó hace mucho tiempo cuando no existia la luz, antes de la gran inundación.
DINAZAR- ¿La gran inundación?
SHREZAD-Sí, la gran inundación. Los primeros hombres habitaban la región de un rio muy caudaloso llamado Orinoco, en la lejana Venezuela,...


ESCENA 9

PENUMBRA CON AMBIENTE SELVATICO. LA ESTETICA ES LA MISMA DEL TEATRO NEGRO. SILUETA DE DOS HOMBRES INDIGENAS EN UNA ISLITA SOBRE UN RIO. AMALIVACA Y SU HIJA CRIMANI ENTRAN NAVEGANDO EN UNA CURIARA. MIRAN A LOS LADOS Y SE DETIENEN FRENTE A UNA ISLITA CORONADA DE CAÑAS. LOS INDIGENAS SE OCULTAN.

AMALIV-   Hágase el sol... (DIBUJA EL SOL EN LA ISLA Y SE ILUMINA LA ESCENA) la luna y las estrellas. (CRIMANI APLAUDE EMOCIONADA) Este rio es grande pero difícil de remontar. (LLAMANDO) ¡Uochi! ¡Uochi! (ENTRA UOCHI EN OTRA CURIARA) ¡Que lento eres remando!
UOCHI-     Tú también remarías lento si estuvieras tan cansado como yo. (CRIMANI SE BAJA DE LA CURIARA Y SALE)
AMALIV-   ¡Gran cosa has hecho! El cielo, la tierra y las aguas.
UOCHI-     Yo tenía que hacer las aguas, porque tú eras capaz de inundarlo todo.
AMALIV-   A mí me toca lo más difícil, rellenar todo este espacio con cosas hermosas. Mira, ya hice el sol y todo lo que brilla en el cielo.
UOCHI-     No está mal. Aunque yo lo hubiese hecho mejor aun.
AMALIV-   Seguramente, pero tardarías mucho tiempo y los hombres ya tenían demasiado frio esperando por algo que los calentara.
UOCHI-     ¿Qué tiene de malo ser perfeccionista?
AMALIV-   Nada malo, pero ya ves lo que pasa cuando te tardas. ¿Qué pasó con el Churún Merú? Por tardarte tanto haciéndolo, se te pasó la mano con el tamaño de los tepuyes y los rios allí caen en vez de correr.
UOCHI-     ¿Y cuál es el problema? Ahora esta región tiene la catarata más alta del mundo.
AMALIV-   Definitivamente eres testarudo, más que testarudo... (MIRA ALREDEDOR) ¿Dónde se metió Crimani?
UOCHI-     Iba contigo en la curiara...
AMALIV-   ¡Esta niña va a acabar con mi vida! (LLAMANDO) ¡Crimani!
UOCHI-     Es la tercera vez que la pierdes. Eres muy mal padre...
AMALIV-   Y tú muy mal tio... ¡Crimani! (ENTRA CRIMANI) Quédate aquí y no te muevas. (LA METE EN LA CURIARA) ¿Dónde estabas?
UOCHI-     No te va a contestar, recuerda que es muda.
AMALIV-   Es verdad, pero perdemos tiempo, dime: ¿Qué es lo que tú quieres que haga con este rio?
UOCHI-     ¡Ah, eso! Fácil. Vamos a transformarlo de manera que pueda navegarse hacia arriba y hacia abajo sin esfuerzo.
AMALIV-   ¿Hacia arriba y hacia abajo? (TRANSICION) ¡No pierdas de vista a Crimani!
UOCHI-     Sí.
AMALIV-   ¿Sí, qué?
UOCHI-     Digo sí, que no la perderé de vista, y digo sí, que hacia arriba y hacia abajo.
AMALIV-   ¿Al mismo tiempo?
UOCHI-     Ajá.
AMALIV-   ¿Pero cómo?
UOCHI-     Sencillo. Agarra el rio por un extremo y yo por el otro. (AMALIVACA OBEDECE INCRÉDULO)
AMALIV-   ¿Así? (CRIMANI SALE EN LA CURIARA)
UOCHI-     ¡Más! Hala un poco más... (AMALIVACA OBEDECE RESIGNADO Y AMBOS DESAPARECEN TRAS BASTIDORES OPUESTOS) ¡Más!


ESCENA  10

MISMO LUGAR. LOS INDIGENAS EMERGEN DE LA ISLITA CEGADOS POR LA LUZ.

TAMAN-    ¡Wao! ¿Viste eso, Nacum?
NACUM-   Tan claro como esta luz que nos rodea. ¿Quiénes eran esos?
TAMAN-    (PIENSA) Mmmmm... creo que deben ser unos dioses.
NACUM-   Pero Tamán, nosotros estábamos aquí, escondidos y no hicimos nada...
TAMAN-    ¿Y qué querías que hiciéramos?
NACUM-   No sé... a los dioses se les adora ¿No?
TAMAN-    Creo que sí, pero yo tenía mucho miedo.
NACUM-   Yo también. (CRIMANI ENTRA, ATRAVIEZA EL ESCENARIO Y SALE) ¿Crees que se hayan dado cuenta que estábamos aquí?
TAMAN-    De verdad, no sé... No se ven malos. No creo que nos hagan nada...
AMALIV-   (DESDE BASTIDORES) Así no sirve...
UOCHI-     (DESDE BASTIDORES) Devuélvete y lo intentamos al revés a ver si sale.
AMALIV-   Está bien. (ENTRANDO) Tú para acá y yo para allá. (SE CRUZA CON UOCHI)
UOCHI-     (ENTRANDO) Yo para acá y tú para allá. (A LOS INDIGENAS) Buenos dias.
AMALIV-   (IGUAL) Buenas.
TAMAN-    Bu... buenas dias. (A NACUM) ¿Qué es “buenas dias”?
NACUM-   ¡Yo que voy a saber!
UOCHI-     (A AMALIVACA) Espera un momento. (A TAMAN) Oigan bien. De ahora en adelante, cuando vean ese sol que hizo mi hermano Amalivaca, ustedes se saludarán diciendo “Buenos dias”.
NACUM-   ¿Amalivaca?
UOCHI-     Sí, ese que está ahí. (AMALIVACA LEVANTA LA MANO Y SALUDA ABURRIDO) Repitan conmigo: “Buenos”.
TAMAN-    Buenos...
UOCHI-     “Días”.
TAMAN-    Días.
NACUM-   Buenos días.
UOCHI-     Muy bien. Aprenden rápido.
AMALIV-   (MOLESTO) Sí, son más rápidos que tú... ¿Sabes qué? Estamos tratando de arreglar el problema del cauce del rio. Si tardas más se va a hacer de noche...
UOCHI-     ¡Ah, sí, la noche! Es casi lo mismo con la noche. Cuando vean que ese sol se va, es porque se hizo de noche. Ustedes se saludarán diciendo “Buenas noches”.
TAMAN-    Buenas noches. ¡Es fácil! Buenos días, buenas noches.
NACUM-   (A CORO CON TAMAN) ¡Buenos  días, buenas noches!
AMALIV-   (ANIMADO) Diles lo de la luna...
UOCHI-     Dícelos tú. Tú fuiste quien la inventó.
AMALIV-   (ORGULLOSO) Bueno. La luna... (SEÑALA EL DIBUJO EN LA ISLITA) ...a veces es redonda como una torta de casabe, pero a veces se ve así como si le faltara un pedazo... Si le falta este pedazo... es creciente, y si le falta este otro pedazo... será luna menguante. ¿Está claro? (TAMAN Y NACUM SE MIRAN CONFUSOS. PAUSA) A ver. ¿Qué es lo que no entienden?
TAMAN-    (CON TEMOR) Y... ¿Para qué sirve eso?
UOCHI-     Buena pregunta.
AMALIV-   ¡Tú cállate! (A  TAMAN, INDIGNADO) ¿Cómo que para qué sirve? (PIENSA) Sirve para... sirve para... ¿Tiene que servir para algo?
UOCHI-     Yo creo que sí.
AMALIV-   Buenooo... ¡Sirve para todo!
NACUM-   ¿Para todo?
AMALIV-   Sí. Para todo sirve. Si quieres sembrar, mira como está la luna. Si quieres cortarte el cabello, mira la luna y ella te dirá lo que debes y no debes hacer.
UOCHI-     Buena respuesta, pero... ¿Por qué?
AMALIV-   Pues porque lo digo yo y punto. ¿Seguimos con lo del rio?
UOCHI-     Como usted diga, señor. Yo para acá y tú para allá. (SE LLEVA SU EXTREMO DE RIO TRAS BASTIDORES. AMALIVACA SE VA AL BASTIDOR OPUESTO)
TAMAN-    Son algo locos.
NACUM-   No hables así. Podrían oirte. (CRIMANI ENTRA, ATRAVIEZA EL ESCENARIO Y SALE)
TAMAN-    No sé, esto es algo raro.
NACUM-   Lo importante es que ahora todo se ve claro y bonito.
TAMAN-    Es verdad. Ahora me gusta más.
NACUM-   Ahora podemos ver lo que hay en la rivera para comer...
AMALIV-   (DESDE BASTIDORES) ¡Así no! (ENTRANDO)  ¿Quién te dijo que estiraras tanto? Es agua, no chicle. Ahora correrá en una sola dirección...
UOCHI-     ¿Cuál es el problema? Haces un rio nuevo o esperamos hasta mañana mientras él se arregla solo.
AMALIV-   (EXPLOTANDO) ¡Sabes que nada, nada se arreglará si nosotros no hacemos nada! (SILENCIO) ¡Y tú sabes que siempre se me pasa la mano con esto del agua! ¡No voy a hacer otro rio!
UOCHI-     El problema contigo es que te tomas las cosas demasiado a pecho...
AMALIV-   ¿Y cómo quieres que me lo tome si...? ¿Dónde está... dónde está Crimani?
UOCHI-     Si no sabes tú que eres su padre...
AMALIV-   ¡Yo te la encargué!
UOCHI-     ¿A mí, cuando?
AMALIV-   ¡Fuera de mi vista! (UNA FUERZA INVISIBLE SACA A UOCHI DEL ESCENARIO) ¡Listo! Resuelta la primera parte del problema... (A TAMAN Y NACUM) ¿Ustedes, qué miran? ¿Se les perdió uno igual a mí?  (ELLOS SE ESCONDEN) ¡Crimani, hija!  ¡Crimani! (SALE)
NACUM-   Tenías razón. Son un poco extraños.
TAMAN-    Pero son nuestros dioses.
NACUM-   Creo que podemos hacer algo.
TAMAN-    ¿Nosotros?
NACUM-   Sí. Podríamos buscar a Crimani.
TAMAN-    Y se la devolvemos al señor Amalivaca...
NACUM-   Correcto.
TAMAN-    Y él simplemente nos despellejaría vivos al pensar que nosotros la escondimos.
NACUM-   ¿Tú crees?
TAMAN-    ¿Quieres probar?
NACUM-   No. Pero igual podríamos buscarla y dejarla en un lugar donde la encuentre facilmente. Así él se pondría contento y nos seguiría construyendo todas estas cosas que él hace.
TAMAN-    ¡Si! (DUDANDO) Pero según entendí, tiene problemas con hacer las aguas.
NACUM-   Así parece...
TAMAN-    ¿Y dónde puede estar?
NACUM-   ¿Quien?
TAMAN-    La hija del señor Amalivaca...


ESCENA 11

EXPLOSION. APARECE MAVARI CON CRIMANI.

MAVARI-  Yo la tengo conmigo.
TAMAN-   ¿Y quién eres tú?
MAVARI-  Mi nombre es Mavarí, el demonio de la selva.
NACUM-   ¿Eres un dios?
MAVARI-  Mmmmm, sssííí. En cierta forma.
TAMAN-   ¿También eres familia de Amalivaca?
MAVARI-  No.
NACUM-   Entonces... ¿Por qué tienes a Crimani contigo?
MAVARI-  Crimani será mi esposa.
NACUM-   ¿Sabías que Amalivaca la anda buscando?
MAVARI-  No me importa lo que haga Amalivaca.
TAMAN-   Debería importarte. Él es un dios muy poderoso.
MAVARI-  Yo también soy muy, pero muy poderoso. (APARECE AMALIVACA) Quisiera el Amalivaca ese, ser tan poderoso como yo...
AMALIV-   ¿Quién se supone que eres tú? ¿Y que haces con mi hija?
TAMAN-    Es su futuro yerno.
AMALIV-   ¿Mi futuro qué?
NACUM-   Su futuro yerno. El esposo de Crimani.
TAMAN-    (SEÑALANDO A MAVARÍ) Eso dijo él.
MAVARI-  Ni más ni menos. (TOSE NERVIOSO)
AMALIV-   Con que mi futuro yerno... (SE ALEJA UN POCO. HACE UN PASE MAGICO, MAVARI RESPONDE DE LA MISMA FORMA Y SE ESTABLECE UNA LUCHA DE FUERZAS INVISIBLES ENTRE AMBOS) ¡Nunca tendrás a mi hija, nunca!
MAVARI-  ¡Eso está por verse! (MAVARI SALE CARGANDO CON CRIMANI)
AMALIV-   Ven acá... ¡Que vengas te digo! (SALE DETRAS DE MAVARI)
NACUM-   Esto se pone color de hormiga.
TAMAN-    ¿Y ahora que hacemos?
NACUM-   Pues vamos a ver que pasa...
TAMAN-    ¡Vamos! (SALEN)

ESCENA 12

MISMO LUGAR. ENTRA MAVARI CON CRIMANI SIGILOSAMENTE. LOS PERSIGUEN TAMAN Y NACUM OCULTANDOSE TRAS LAS CAÑAS DE LA ISLITA.

MAVARI-  Ya se fueron.
TAMAN-   Él cree que nadie lo ve.
NACUM-   ¡Ssshhh!
CRIMANI-(A NACUM) Ggggghh.
MAVARI-  ¡Cállate muda!
NACUM-   Tenemos que ayudarla.
TAMAN-   ¿Pero cómo?
NACUM-   No sé. Me da sentimiento...
TAMAN-   A mí también. (PARTE UNA DE LAS CAÑAS)
NACUM-   ¡Cuidado!
MAVARI-  ¿Quién anda ahí?
NACUM-   (IMITA EL SONIDO DE UN PAJARO)
MAVARI-  Es uno de esos voladores que inventó Amalivaca.
TAMAN-   ¿Viste lo que hiciste?
NACUM-   Sí, rompí una caña.
TAMAN-   ¿Y viste como es por dentro?
NACUM-   Sí, tiene un hueco. (MIRA DENTRO DE LA CAÑA) Se puede ver lo que está del otro lado...
TAMAN-   ¡Tengo una idea! Mira bien. Le ponemos dentro una piedrita y... (SE PONE UN EXTREMO DE LA CAÑA EN LA BOCA, APUNTA LA CAÑA HACIA MAVARI Y SOPLA)
MAVARI-  ¡Au!
NACUM-   ¡Que buena idea! (ROMPE OTRA CAÑA)
MAVARI-  ¿Quién está ahí?
NACUM-   (IMITA EL SONIDO DE UN SAPO)
MAVARI-  Es uno de esos saltadores que inventó Amalivaca para llenar estos rios tan grandes. El muy ingenuo, no sabe ni siquiera controlar el agua.
NACUM-   (A TAMAN) Tú por un lado, yo por el otro. (SE SEPARAN Y DISPARAN A MAVARI)
MAVARI-  ¡Au! ¡Au! (TAMAN Y NACUM DISPARAN VARIAS VECES HASTA QUE MAVARI DE UN SALTO SUELTA A CRIMANI Y ATRAPA A NACUM)
NACUM-   ¡Corre, Tamán! ¡Llévatela! (TAMAN AGARRA A CRIMANI Y SALEN)
MAVARI-  ¡Que estúpido eres! No tienes idea del peligro en que estás.
NACUM-   ¿No?
MAVARI-  No. Ahora por tu atrevimiento sufriras de fiebres que te atormentaran por siempre.
NACUM-   ¿Fiebres? ¿Y qué es fiebres?
MAVARI-  ¡Esto es fiebre! (NACUM COMIENZA A TEMBLAR)
NACUM-   Mi cuerpo está caliente... pero siento mucho frio.
MAVARI-  ¡Sufre! ¡Sufre! (DEJA A NACUM SOBRE LA ISLA) ¡Pobre de tu amigo si lo encuentro! (SALE)
NACUM-   (TEMBLANDO) ¡Uy,  que frio! Y que dolor en los huesos... (LLAMANDO) ¡Tamán! ¡Tamán!
TAMAN-   (ENTRANDO CON CRIMANI) ¿Ya se fue?
NACUM-   (TEMBLANDO) Sí.
TAMAN-   ¿Qué te pasa? ¿Por qué te mueves así?
NACUM-   Es un maleficio de Mavarí. Me duele todo mi cuerpo.
TAMAN-   ¿Vas a morir?
NACUM-   No lo sé.
CRIMANI-          Ggggghhhh. (CIERRA LOS OJOS Y HACE UNOS PASES MAGICOS)
NACUM-   ¿Qué está haciendo?
TAMAN-   ¿Me vas a preguntar a mí?
NACUM-   Creo que me siento mejor...
TAMAN-   Y toda la selva se pone húmeda, como si sudara... y el aire ahora está caliente.
NACUM-   La selva tiene fiebre, Tamán. ¡La selva tiene fiebre!


ESCENA 13

MISMO LUGAR. ENTRA AMALIVACA.

AMALIV-  (CON ADMIRACION) ¿Qué cosa extraña ha sucedido en la selva? (MIRA A CRIMANI) ¡Hija!
CRIMANI-          Ggggggghhhhhh, gghh.
AMALIV-  ¿Estás bien?
CRIMANI-          Gggghh.
TAMAN-   Ella curó a Nacum.
NACUM-   Sí, ella me quitó la fiebre y se la puso a la selva.
AMALIV-  ¿Y Mavarí? ¿Dónde está?
NACUM-   Está buscando a Tamán.
AMALIV-  ¿Y quién es Tamán?
TAMAN-   Yo. (COMIENZA A SALIR)
AMALIV-  ¿Y por qué te busca? (ACOMPAÑANDO A TAMAN)
TAMAN-   Porque Nacum y yo salvamos a Crimani y yo me la llevé y la escondí en lo profundo de la selva...
AMALIV-  ¿Tú?
TAMAN-   Ajá. Oye... como es eso que se te pasa la mano con eso de hacer las aguas...
AMALIV-  Bueeeeno, nadie es perfecto. Ni yo. (SALEN)
NACUM-   (A CRIMANI) Tengo que agradecerte por curarme tan rápido. Ya creía que me iba a morir...
CRIMANI-          (ALGO TIMIDA) ¡Gggggh!
NACUM-   ¿Puedo darte un beso?
CRIMANI-                   (CONTENTA) ¡Gggh! (LE ACERCA LA MEJILLA A NACUM)
NACUM-   (DESPUES DE BESARLA) Gracias. Eres muy bonita.
CRIMANI-          ¡Ggggghh, gggghh!
NACUM-   ¿Por qué no puedes hablar?
CRIMANI-          (ENCOGIENDOSE DE HOMBROS) ¡Gggh, ggh! NACUM-     Yo me llamo Nacum. ¿Puedo darte otro beso?
CRIMANI-          (ACERCANDOLE LA MEJILLA) ¡Ggggggghhhhh!
ESCENA 13

MISMO LUGAR. ENTRA MAVARI.

MAVARI-  ¡Ay, que romántico! ¿Qué haces con mi futura esposa?
NACUM-   Todavía no es tu esposa, ni lo será nunca.
MAVARI-  ¡Pero que atrevimiento! ¿No respetas a Mavarí, el demonio de la selva?
NACUM-   Ni que fueras el diablo de Tazmania.
MAVARI-  Y por lo visto ya no tienes fiebre...
NACUM-   Pues no. Ya no tengo fiebre.
MAVARI-  Eso tiene arreglo... ¡Toma! (HACE UN PASE MAGICO Y CRIMANI SE INTERPONE. ENTRAN TAMAN Y AMALIVACA. CRIMANI CAE)
NACUM-   ¡Crimani!
AMALIV-  ¿Qué hiciste?
MAVARI-  ¿Yo? Nada. (CARCAJADA)
AMALIV-  Esta vez no escaparás. ¡Fuera de mi vista! ¡Ya! (HACE UN PASE MAGICO Y UNA FUERZA INVISIBLE SACA A MAVARI DEL ESCENARIO)
NACUM-   (TRISTE, ABRAZA A CRIMANI) Ella me salvó... Dos veces...
AMALIV-  Y ustedes a ella...
CRIMANI-          (DESPERTANDO)  ¿Nacum?
NACUM-   ¿Crimani?
CRIMANI-          ¡Nacum!
TAMAN-   ¿Qué dijo?
AMALIV-  (ASOMBRADO) ¡Habló! ¡Crimani, hijita!
CRIMANI-          ¿Papá?
AMALIV-  Dime, hijita querida.
CRIMANI-          Quiero pedirte algo.
AMALIV-  Pídeme lo que quieras...
CRIMANI-          Quiero que me cases con Nacum... si Nacum quiere, por supuesto.
NACUM-   (EMOCIONADO) Nacum quiere. Sí, Nacum quiere, pero... ¿Qué es eso?
AMALIV-  Casarse es unirse con el permiso de un dios para tener muchos hijitos.
NACUM-   Entonces sí. Sí quiero.
AMALIV-  Que no se hable más. Se casarán hoy mismo.
TAMAN-   (ANGUSTIADO) ¿Y yo...?
AMALIV-  ¿Tú? Bueno, Tamán... creo que hay que buscarte una novia, luego te casaremos y tendrás muchos hijitos. Muchos tamanaquitos.
TAMAN-   Pero no hay nadie por aquí. Hemos vivido por aquí mucho tiempo y nunca hemos visto a alguien más. Solo estamos mi hermano y yo.
AMALIV-  Déjame pensar... Si estuviera aquí mi hermano Uochi me ayudaría a pensar...
UOCHI-     (DETRÁS DE LA ISLITA) Estoy aquí.
AMALIV-  ¡Uochi, hermanito! ¿Por qué te escondes?
UOCHI-     Tú me dijiste: “!Fuera de mi vista!” Además, del golpe cai al final del rio. Se te fue tanto la mano con eso de construir las aguas que me costó un mundo secarme por completo.
AMALIV-  ¡Ven acá! Te dije eso porque me llené de furia, pero tú eres mi hermano y yo te quiero mucho.
UOCHI-     Yo también; además, los hermanos no deben pelearse. Estamos para ayudarnos... perdóname por no ayudarte a cuidar a Crimani.
AMALIV-  Eso ya pasó. Ahora lo importante es resolver lo de la novia de Tamán.
UOCHI-     ¡Pero si es muy fácil! (A TAMAN) Busca unas semillas de la palma de moriche.
AMALIV-  (SEÑALANDO A LOS BASTIDORES) Allá hay una. (TAMAN SALE CORRIENDO)
UOCHI-     Trae muchas... así resolveremos el problema completamente.
AMALIV-  Todas las semillas que puedas traer. (ENTRA TAMAN MOSTRANDOLE LAS SEMILLAS)
UOCHI-     Cierra los ojos y lanza las semillas hacia tus espaldas. (TAMAN OBEDECE) Ahora te toca a ti, hermano. (AMALIVACA HACE UNOS PASES MAGICOS Y UN GRUPO DE INDIGENAS SURGE  DE LA TIERRA DONDE CAYERON LAS SEMILLAS)
NACUM-   ¡Es maravilloso!
TAMAN-   ¡Ahora somos muchos!
UOCHI-     ¿Estás contento?
TAMAN-   Sí, pero...
AMALIV-  ¿Ahora qué?
TAMAN-   Antes éramos solo dos y la comida era abundante. Ahora no alcanzará para todos.
AMALIV-  Eso no es un problema. Lo siguiente será enseñarles a sembrar, a cosechar y a pescar.
NACUM-   ¿Sembrar?
TAMAN-   ¿Cosechar?
UOCHI-     Y pescar.
CRIMANI-          Sí, a trabajar.
NACUM-   Esto no me está gustando...
TAMAN-   Ni a mí, aunque me imagino que es mejor eso que estar solo.
AMALIV-  Si lo sabré yo.
UOCHI-     Y yo. Amalivaca, nosotros deberíamos buscar nuestras novias también...
AMALIV-  Tienes razón, porque si seguimos así, ni yo mismo sé que va a pasar. (SUSPIRA) Bueno, empecemos con la primera lección, pero si vamos a sembrar, primero vamos a necesitar un poquito de agua... ¡Hágase la lluvia!
CRIMANI-          ¡Nooooo!
UOCHI-     ¡Con agua noooo! (SONIDO DE TRUENOS Y LLUVIA, TODO SE OSCURECE LENTAMENTE HASTA EL APAGON FINAL)
ESCENA 14

HABITACION DE PALACIO ORIENTAL. SHREZAD TERMINA DE CONTAR EL CUENTO, DINAZAR Y EL SULTAN ESCUCHAN.

SHERZAD-Dicen que pasó mucho tiempo hasta que bajaron las aguas y Amalivaca se fue al otro lado del oceano, desde donde vino la primera vez...
DINAZAR- Ya amaneció... Creo que tengo hambre.
SULTAN-   (FELIZ) Comamos entonces. ¡Gran Visir!
VISIR-       (ENTRANDO) Tus deseos son órdenes, Gran Sultán.
SULTAN-   Hablas como un genio. (RIEN) Gran Visir, ordena que traigan el más delicioso de los desayunos.
VISIR-       ¿El último desayuno?
SULTAN-   No, el primero. El primero de nuestras nuevas y felices vidas. El primero después de las mil y una noches.

FIN DE LAS MIL Y UNA NOCHES
















Publicado 15th November 2010 por Augusto Cubillán

No hay comentarios:

Publicar un comentario

¿Quieres comentar?